Capítulo 1539

Roberto miró fríamente a Santiago. —Será mejor que cierres la boca. —¿Ni siquiera puedo hacer una broma? —No. Roberto se recostó en el cabecero de la cama y se tocó el estómago. —Tengo un poco de hambre, dile a alguien que traiga algo de comer. —¿Puedes estarte tranquilo un rato? No me causes problemas. La señora Paula casi me deja el teléfono sin batería de tanto llamarme. Santiago le pasó una fruta a Roberto y luego sacó el celular para mandar un mensaje a su asistente, pidiéndole que trajera comida. Él comía la fruta con calma. —¿Acaso no me causabas problemas de la misma manera? —Antes sí causaba problemas, lo admito. Pero los que tú provocas son mucho más graves que los míos. Santiago estaba muy molesto. —Con lo de la familia Martínez, todo el mundo volvió a tener de qué hablar. ¿De verdad no te importa en absoluto tu reputación? —¿Y qué es mi reputación? No me importa. Se sintió de inmediato muy impotente. —Está bien, no hablemos más del asunto de la familia Martínez. Lo importan