Capítulo 1551

Roberto, al ver el aspecto de doña Lorena, sonrió y dijo: —Si todavía tienes fuerzas para insultar, eso significa que tu cuerpo no tiene mayores complicaciones. Doña Lorena le señaló la nariz a Roberto, pero durante un buen rato no consiguió pronunciar palabra alguna. Roberto tomó la mano de doña Lorena. —Sé lo que quieres decir, pero ¿acaso al principio tampoco te caía mal Alicia? Ahora, si la volvieras a ver, quizá hasta te agradaría. —¡Ni lo sueñes! Doña Lorena pronunció estas palabras con todas sus fuerzas, apretando con firmeza la mano de Roberto. Este último no lo vio venir. —Doña Lorena, tienes bastante fuerza. Yo diría que tu salud está muy bien, incluso podrías subir a la montaña a cazar tigres. Roberto sintió que la mano de doña Lorena estaba algo fría, y, además, notó que su rostro no se veía nada bien. Entonces colocó la mano de doña Lorena bajo las sábanas. —Abuela, te prometo que encontraré a Alicia, viva o muerta... No, me equivoco: sin duda sigue viva y se encuentra bie