Capítulo 966

Alicia, sin embargo, estaba algo sorprendida. Ahora entendía por qué la familia Mendoza había estado tan discreta últimamente: resultaba que Gabriela había optado por una estrategia de ocultamiento. Gabriela se apresuró a explicar: —Beto, déjame explicarte. En realidad, siempre has estado en mi corazón. —Eso no tiene nada que ver conmigo. Roberto, con voz fría y severa, continuó: —¡Qué lástima! No importa con quién te cases, la familia Mendoza está destinada a la ruina. A menos que aceptes la condición que acaba de proponer Alicia, no dejaré de destruir lo poco que les queda. Los labios de Gabriela temblaban. ¿Acaso había alguna diferencia? Alicia levantó la mirada hacia Roberto, con sentimientos encontrados; él, efectivamente, la comprendía muy bien: siempre que ella decía algo, él la respaldaba de inmediato. Alicia miró a la señora Beatriz, que estaba al otro lado: —¿Qué te parece? ¿No es un buen trato? Sacrificas solo a una persona y aseguras la vida acomodada de Gabriela y Lucía. A