Capítulo 220

La anciana señora Lemoine actuó como si no hubiera escuchado el consejo de los accionistas. Aunque fingió estar tranquila después de la llamada, Linda todavía podía ver su miedo y pánico en su mano derecha temblorosa. Ella no se atrevía a soltarse porque sabía que una vez que realmente lo hiciera, nunca volvería. Por eso, incluso si tuviera que aferrarse hasta su último aliento, nunca lo dejaría ir. “Señor presidente, está muy cansado. Vaya a casa y descanse hoy. Le acaban de dar el alta”. —¿Crees que podré dormir si no puedo resolver esta crisis? —preguntó la anciana Lemoine. —Entonces, ¿por qué no llamamos a Patricia y a su hija para hablarlo? Tenemos que resolver esto primero —sugirió Linda. La anciana la había aplastado por la mañana con un ratón y la noticia se había extendido por todo el Grupo Lemoine. Ahora, la anciana quería llamarla para discutir las contramedidas. Simplemente no estaba tratando a Patricia como a un ser humano. Como Gianna había discutido con la anciana Lemoin