Capítulo 92

—Cállate. —Penélope apretó los puños y le gritó a Riana. —Puedo callarme, pero algunas cosas no se pueden cambiar sólo porque me calle. —Después de decir eso, Riana regresó a su asiento. Los ojos de Penélope estaban rojos de ira, pero temía que eso afectara su maquillaje. —Sansón, ven a buscarme. Te extraño. Además, hoy llegó la bolsa por la que me pediste la última vez. Acompáñame a buscarla. Riana sintió que nunca en su vida podría emitir ese sonido tan coqueto. Además, sintió ganas de vomitar. “Nos vemos en media hora. Te espero en el dormitorio”. Después de la llamada telefónica, Penélope sintió que no necesitaba discutir con ese patán sin futuro y su humor mejoró mucho. Sin embargo, cuando vio a Riana jugueteando con la nueva cámara, no pudo evitar fruncir el ceño y decir con amargura: "¿Toda tu familia vendió todo y finalmente te compró una cámara?" Riana agitó la cámara en su mano y de repente se rió: “¿Te refieres a esto? Ah, no lo sabes. Elizabeth me lo dio”. “¿Conoces a Eliza