Capítulo 143

Fueron al hospital para una revisión médica. Por suerte, Dulcie solo tenía algunas heridas leves. Simplemente estaba asustada. Cuando el doctor se fue, Silvia se sentó junto a la cama del hospital. “Dulcie, ¿qué pasó?”. Dulcie guardó silencio un rato antes de responder: “Mi padre estaba jugando otra vez, y esta vez perdió cinco millones de dólares. Le dijeron que si no podía pagarlos, le cortarían la mano. ¡Me vendió para salvarse!”. Silvia frunció el ceño. “¿Él no sabe que ganaste millones de dólares?”. Dulcie sacudió la cabeza. “Nunca se lo dije. Si no, tomaría mi dinero y jugaría con él. ¡No quiero que lo sepa y tampoco se lo daré!”. Aunque Dulcie era dura, Silvia sentía lástima por ella. Dulcie tenía una familia feliz. Si su padre no se hubiera vuelto adicto al juego, la familia Reed no se habría arruinado. Su madre tampoco se habría divorciado de su padre y se habría marchado. “Está bien que no se lo hayas dicho. Dul, siempre he querido preguntarte si piensas cortar lazos