Capítulo 304

"¿No puedes dejar que Dulcie se encargue? También puedo mantenerte por el resto de tu vida. Ni siquiera tienes que trabajar". Había hostilidad en los ojos de Silvia, y su voz también sonaba un poco fría. "Trabajo porque me gusta, no porque no pueda mantenerme". "Aunque te guste, no puedes seguir trabajando cuando estás enferma. Hoy no puedes ir a ningún otro sitio. Tienes que descansar". "Neil, no quiero discutir contigo. Los contratos son muy importantes. Además, ¡no tengo tanta suerte como Ada, a la que le han ofrecido mil millones de dólares!". La sala se quedó en silencio. Al cabo de un rato, Neil la miró por fin y le preguntó: "¿Estás celosa?". "¡No tengo tiempo para estar celosa!". "Pase lo que pase, hoy no vas a volver a la empresa". Después de decir esto, hizo una llamada delante de ella y contrató a dos guardaespaldas para que la protegieran. Silvia apretó los dientes con rabia. "¿Quién eres tú para restringir mi libertad?". "Soy tu novio y no te has recuperado". Se