Capítulo 399

Tras escuchar el tono burlón de Silvia, Ada se mordió el labio inferior. ¡Ella no habría aparecido allí si Idris no estuviera tratando de ganarse el favor de Neil! Al ver que Silvia estaba a punto de irse, su tono por fin se volvió frío. “Te arrepentirás de haber sido tan despiadada hoy”. Silvia sonrió levemente. “Ese es mi problema. Enfócate en los tuyos”. Después de decir eso, miró a Neil y dijo: “Estoy un poco cansada. Volveré a mi habitación a descansar”. “De acuerdo”. La sala se quedó en silencio al instante. Ada apretó los puños con enojo. “Deberías irte”, dijo Neil con frialdad detrás de ella. Ada sintió su corazón apretarse con tristeza mientras se levantaba y dijo: “No olvides que todavía me debes un último deseo, Neil”. Él la fulminó con la mirada. “¿Quieres usarlo ahora?”. Ella parecía tener sentimientos encontrados, pero eventualmente, bajó la mirada y dijo: “No. Encontraré la forma de resolver los problemas de mi familia”. Neil no dijo nada más. Estaba claro por