Capítulo 401

Cuando Persika escuchó el precio, se asustó tanto que casi se desmaya y le tomó unos minutos por fin dimensionar las cosas. Incluso si subía la montaña para recoger hierbas por un mes, apenas y podría venderlas por un poco más de cien dólares. Mil dólares era su ganancia de un año. Ella solo se fue después de agradecerle una vez más a Mindy. Mindy miró a su gente con un desdén. Ella le había pedido a sus subordinados que le dieran a Sophia algunas drogas que aumentaran su líbido. Necesitaría acostarse con varios hombres para sentirse satisfecha. Ya que disfrutaba tanto del sexo con los hombres, ¡podría acostarse con ellos tanto como quisiera! Por la noche, Idris regresó apresuradamente a casa. “Mindy, ¿qué le hiciste a Sophia? ¿Dónde está?”. Mindy bebió un sorbo de su té antes de responder con indiferencia: “Si está desaparecida, deberías ir con la policía. ¿Por qué me buscas a mí?”. Idris la miró con desprecio. “¡No te perdonaré si algo le pasa!”. Mindy revisó la hora; Sophia