Capítulo 412

Winston frunció el ceño, y su mirada estaba llena de preocupación. "¿Qué hay de ti?". "¡No te preocupes por mí!". "¡Tienes que tener cuidado!". "De acuerdo". Winston puso rápidamente a Abalene en la silla de ruedas y la empujó hacia el baño. Luego, cerró la puerta con seguro. Casi al instante, el sonido de una tarjeta siendo deslizada llegó desde la puerta. La puerta se abrió tras un pitido. Silvia ya había apagado las luces de la habitación, por lo que estaba a oscuras. Por los pasos, Silvia se dio cuenta de que había una docena de individuos. Probablemente todos ellos eran muy hábiles en artes marciales. Cuando la primera persona se acercó al fregadero, esta de repente sintió el peligro. Antes de que pudiera emitir sonido alguno, sintió una sensación de frío en el cuello. El sentido del olfato de una persona suele ser más agudo en la oscuridad. De pronto, alguien olió sangre. "¡Cuidado!". Silvia podía localizarlos usando sus voces. Pasó junto a ellos como un fantasma y se