Capítulo 75

Bianca abrió los ojos con esfuerzo; su cabeza daba vueltas, probablemente a causa del accidente de auto ocurrido poco antes. ¡Tenía una leve conmoción cerebral! Un mareo intenso le revolvía el estómago, y la sensación de náusea subía hasta su garganta. Sus manos y pies estaban firmemente atados, y su pie derecho, descalzo, le dolía con punzadas agudas. Estaba sentada en el suelo, con la boca sellada con cinta adhesiva. La habitación no era grande, pero estaba ordenada y limpia. A su lado había dos cámaras de grabación. Una estaba directamente frente a ella. La otra estaba a su izquierda. Las lentes de las cámaras eran oscuras, como dos ojos curiosos observándola. Las cortinas de flores desgastadas cubrían una pequeña ventana, dejando pasar apenas un poco de luz, pero todavía se podía distinguir que el lugar parecía una cabaña. De vez en cuando, se escuchaba el ladrido de un perro a lo lejos. En el aire flotaba también un olor fuerte a carne de animal. La puerta se abrió. Un hombre entr