Capítulo 22

Después de hablar un rato más, Cristian le entregó a Guillermina la foto que Susana le había dado. En la foto, Emily y sus padres estaban sentados entretenidos en un rincón de la sala de espera, y la luz de la mañana caía y abrazaba el rostro de Emily. Eso la hacía parecer especialmente hermosa, y a su lado, sus padres también charlaban y reían cariñosos con ella. Pero Guillermina seguía impasible. —Señor Cristian, no sé por qué insiste en decir que Emily aún sigue viva, pero la persona en la foto no es ella, ¿y acaso usted no la amaba? —dijo con firmeza Guillermina. Las palabras que Cristian quería decir se atascaron de repente en su garganta: —Yo... ¿Cómo podía decirle que tanto él como Emily habían renacido? Si lo decía, los demás pensarían que estaba loco. Al final, después de pensarlo mucho, Cristian volvió a hablar: —Entre Emily y yo hubo ciertos malentendidos, pero por favor créame, yo amo a Emily. Guillermina sonrió con frialdad: —Si de verdad amara a Emily, ¿por qué hizo tanta