Capítulo 34

Me detuve en seco. Los sonidos burlones no cesaban detrás de mí. —¿Esa es Sara? Jaja, ¿no es ella la seguidora más leal de Víctor? La última vez recuerdo que nos dio cinco mil dólares a cada uno para que Víctor la perdonara. —Jeje, ella siempre corre tras Víctor. Todos los bares de la ciudad tienen a alguien comprado por ella. Ese entusiasmo... lástima, Víctor ni siquiera se preocupa por ella. —Esa persona es despreciable, siempre tiene que estar complaciendo a otros. La reputación de la familia García la ha destruido completamente. —Baja la voz, que ella es la hermana de Javier... —¿Qué miedo podemos tenerle? Somos buenos amigos de Víctor. Ella debería estar agradeciéndonos. —La familia García tiene suficiente desgracia con tener una hija como ella. ... La ira se revolvía sin cesar en mi interior. Anita también escuchó sus palabras desvergonzadas. Ella me tiró de la mano: —Vamos, ignóralos. Son solo un montón de ricos sin cerebro que solo saben gastar dinero. Giré bruscamente y le di