Capítulo 91

Anita estaba a mi lado, hablando sin parar. —Te lo dije, a Manuel le gustas. Sare, en serio, comparado con ese mal hombre, Víctor, el presidente Manuel es un hombre excelente. —Carácter, familia, habilidades, ¿en qué no supera a los demás? —Sare, no te sientas culpable. Tú y Víctor ya estaban mal, ahora simplemente se está normalizando. ... Finalmente, elegí un vestido blanco. Nunca lo había usado, ni siquiera sé por qué lo compré en aquel momento. Parecía hecho a medida, dada la calidad y la confección. Lo examiné y sonreí, satisfecha. Viendo que no hablaba, Anita rápidamente me ayudó a elegir unas joyas. Finalmente, entre las dos escogimos un conjunto de joyas de perlas, y luego recogí mi cabello en un peinado voluminoso. —¡Tada! —Anita me empujó frente al espejo. Orgullosa, dijo: —Mira, te dije que estás hermosa, Sare. Me vi en el espejo, con los ojos sonrientes y la cara rosada. Este vestido delineaba perfectamente mi figura, siendo elegante y juvenil al mismo tiempo. Mi reflejo te