Capítulo 106

El jade imperial era increíblemente duro, y cualquier otro cuchillo de tallar apenas podría hacerle una abolladura. Sin embargo, cuando Wilbur tomó el cuchillo, la hoja brilló de color blanco al cargarse con una capa de energía espiritual. Empezó con el cuchillo grande y cortó el jade en forma de lágrima antes de lijar los bordes. Luego tomó el cuchillo más pequeño y empezó a tallar un complicado patrón en uno de los lados de la lágrima. Cada corte que hacía en el jade resplandecía con un brillo espiritual. A medida que avanzaba, el dibujo del jade pasó de ser una serie de símbolos a una misteriosa formación. La formación era cada vez más complicada y la frente de Wilbur comenzó a llenarse de sudor. Tres horas después, Wilbur hizo por fin el último corte en el trozo de jade. La formación en el jade se iluminó, emanando un resplandor espiritual blanco que llenó toda la habitación. Unos segundos después, el resplandor se desvaneció lentamente y la formación del jade des