Capítulo 1925

Paul sintió que era solo cuestión de tiempo antes que la bestia volviera a sus sentidos. Por lo tanto, después de darle algunas órdenes al personal, envió a Wilbur de regreso a Aidemento. Wilbur regresó a su habitación y cerró la puerta. Por fin, la sangre brotó de la comisura de su boca. La batalla en el fondo del océano había superado mucho los límites de Wilbur. A pesar que había explotado con poder a tiempo y había liberado las corrientes eléctricas de nuevo en el agua, su cuerpo aún estaba muy afectado y la marca de la cabeza del dragón en su espalda no había dejado de arder. Wilbur no lo mencionó para no causar problemas, pero ahora que estaba de regreso en casa, ya no había necesidad de esconderse. Limpiando la sangre, Wilbur sacó apresuradamente una Píldora Sanadora de tipo trueno y se la tragó. Se sentó con las piernas cruzadas en la cama descansando después de eso y se quedó en esa posición hasta que se recuperó por completo por la noche. Wilbur pudo recuperar su salud y