Capítulo 15

Adrián tenía los nudillos pálidos de tanto apretar el certificado de divorcio, y las yemas de sus dedos acariciaban una y otra vez la firma limpia y decisiva de Sofía. Pero no podía creerlo. La luz del garaje zumbaba sobre su cabeza. Se giró bruscamente y agarró al guardaespaldas por el cuello de la camisa: —Ese día, ¿qué más dijo ella? —¿Te dejó algún mensaje? —Señor Adrián... El guardaespaldas tropezó, casi asfixiado. —La herida en la muñeca de la señora Sofía seguía sangrando. Solo me pidió que le entregara el regalo. —Y también... Sacó un sobre de papel kraft de su pecho. —Este es para la familia García. Adrián arrancó el sobre y lo abrió. En el papel amarillento, la letra de Sofía seguía siendo igual de ordenada: —Señor Rafael, señora Gabriela, este es el documento de ruptura familiar y la tarjeta bancaria. Si lo pienso bien, desde el principio no debería haber sido encontrada. Con este documento rompo oficialmente nuestra relación, y el dinero de la tarjeta basta para pagar su cr