Capítulo 46

—¿Mark? Es un honor que me visiten no uno, sino dos miembros importantes del consejo. ¿Debo adivinar a qué se debe la ocasión? —Intenté cambiar el tema. —Olvidemos las formalidades. ¿Qué dijiste de Alexis? ¿Que deberían matarla? ¿Cómo puedes decir algo así si no conoces ni un ápice de la verdad? —preguntó Mark. —Mira, sé que fui algo abrupto, no era mi intención, pero es la verdad. Ustedes me dieron la tarea de averiguar la verdad. Ustedes me ordenaron desenmascarar al lobo que vivía escondido entre humanos. Ahora no actúen como si no supieran nada —contesté y me recosté en mi asiento. —No fuimos nosotros. ¿Crees que te daríamos tal tarea cuando soy yo el responsable de ella? ¿Crees que permitiría que alguien le hiciera daño? —añadió Mark. Tal vez fuera yo, pero sentí un extraño tono de posesividad en su voz cuando dijo aquello; como si Alexis fuera suya y le perteneciera. Y por alguna razón, a mi lobo no le hizo ninguna gracia. Detestaba que Mark se refiriera a ella como si fuera de