Capítulo 47

¿Acaso esa era la razón por la cual no me había contado toda la verdad? ¿Estaría avergonzada de su pasado, igual que yo? Tal vez se debía, como decía Eric, a que pensaba que explicarme sus circunstancias hubiera sido como hablarle a un sordo. «Ella quería decírtelo. ¿Recuerdas? Pero tú no la escuchaste», me recordó mi lobo. Yo era peor que ellos. Mark tenía razón. Yo no tenía la menor idea; y sin haber sabido nada, le había hecho daño. Había confiado en mí, y yo había destrozado su confianza en mil pedazos con mi fría actitud. Su rostro triste, sus palabras, sus ojos húmedos, ahora todo tenía sentido. Ella había llorado aquel día al recordar a sus padres y entendí por qué no quería hablar de ellos. Ahora podía comprenderlo todo. —Hermano, necesitas calmarte. A nuestro padre no le gustará saber que perdiste el control de esta manera. Ya sabes que está muy ocupado con el tema de los solitarios de Asia. Mejor no crearle más problemas. Piensa en Alexis también. Quedará decepcionada cuando