Capítulo 59

—¡Carolina! —Sara miró cómo Carolina rodaba escaleras abajo y luego a la media manga que tenía en la mano. Se apresuró a intentar sujetarla, pero solo consiguió arrancarle media manga a Carolina. Lilia fue levantada por alguien; la palma de su mano, al rozar el suelo, se había pelado y sangraba. La rodilla también estaba amoratada, y el dolor la dejó con la cara pálida como el papel, las lágrimas cayéndole sin control. Melchor, nervioso, revisaba su estado. —Lilia, ¿estás bien? Sara fue la primera en correr hacia Carolina. Mientras comprobaba su estado, ya sacaba el teléfono para marcar el 112. —¡El 112 es demasiado lento, la llevo en auto al hospital! —El director Ernesto, al ver a Carolina desmayada, con la cara y el cuerpo llenos de raspones, sintió que se le erizaba el cuero cabelludo. Ella, a diferencia de Yago, tenía las principales heridas en la parte superior del cuerpo. Melchor, con la cara llena de preocupación, ayudó a Lilia a incorporarse y también se acercó. Al verlos, Sar