Capítulo 86

Él mostró un gesto de incomodidad, y Carolina aflojó un poco su desconfianza. —Aunque estos años no hayas trabajado como directora, los cortometrajes que has supervisado han tenido buena acogida. Además, con Antonio y Daniel, dos grandes del sector orientándote, tu capacidad está más que probada. —Claro que yo no puedo ofrecerte las mismas condiciones que el director Daniel. Para ser sincero, esto es casi pedirte un favor. No quiero ponerte en un aprieto; sé que todos trabajamos para ganarnos la vida. Piénsalo: yo todavía estoy buscando inversores, y tú, cuando termines con tu proyecto actual, aún tendrás un tiempo libre. Te paso el guion para que lo vayas viendo, y si se te ocurre algo, me mandas un mensaje. —Ah, y por cierto, ¿no tenías a dos debutantes a tu cargo? Si ves que alguno encaja en un papel, también podríamos arreglarlo. Solo que, claro, los roles de protagonistas masculino y femenino... en fin, al ser dos recién llegados, pues tú... Se interrumpió allí. Carolina lo observ