Capítulo 402

Las dos personas responsables de causar el alboroto en la fiesta ya se habían marchado, y los presentes, poco a poco, fueron recobrando el sentido. Alguien se frotó los ojos y le preguntó al socio que tenía al lado: —¿No fue una alucinación lo que acabo de ver? —No, todos lo vimos. Aquella noche, todos los asistentes eran personas de renombre y posición. La mayoría había acudido con la intención de ampliar sus contactos y recursos, y nadie esperaba que Pedro hiciera acto de presencia, mucho menos de aquella manera. Era Pedro, nada menos. Dos años atrás, tras marcharse al extranjero, el Grupo Fortaleza continuó prosperando bajo su dirección; incluso desde fuera del país, seguía siendo portada en las principales páginas financieras y muchos se peleaban por lograr algún tipo de vínculo con él, aunque ni siquiera lograban verlo en persona. Ahora, sin embargo, había una mujer sentada en sus piernas, y todo esto ocurría en un evento público y multitudinario. Todos se miraban entre sí, interc