Capítulo 432

¡Mala mujer! ¡Lorena, era una mala mujer! —¡Sara, suéltame ahora mismo! Pero Sara no quiso soltarlo; de inmediato, se le enrojecieron los ojos. —¡A mí también me duele la barriga! ¿Por qué no te preocupaste así por mí hace un momento? ¡Yo también necesito tomar analgésicos! Alzó la mano y, de un tirón, le arrebató el medicamento, llevándose todas las pastillas a la boca para, acto seguido, escupirlas. Como estaba embarazada, era imposible que se tomara la medicina así porque sí; fingió vomitar justo para inutilizar los analgésicos. A Juan le tembló la mano de rabia al ver cómo Sara arruinaba el medicamento. No pudo contenerse y le dio una cachetada. En ese instante, la furia le subió a la cabeza, y por un momento casi deseó estrangular a Sara allí mismo. Algo oscuro comenzó a crecerle por dentro; la miró fijamente y enseguida salió de casa, subiendo al auto. Decidió ir él mismo a comprar los analgésicos; ya no quería perder más tiempo discutiendo con Sara. Sara, tras recibir la cacheta