Capítulo 999

Y Mario fue llevado directamente a la sala de urgencias. Cuando Lorena regresó a la casa del patriarca, se acercó por detrás, rodeó con los brazos el cuello de Pedro y le preguntó: —El patriarca Mario esta vez no debería ser reanimado; tú deberías tener la manera de lograrlo, ¿verdad? Que muriera toda esa familia de tres también podía considerarse una venganza por aquellas muchachas muertas injustamente. Pedro levantó la mano y le dio unas palmaditas en el dorso de la suya. —No saldrá de ahí. Lorena asintió, se inclinó y lo besó en la mejilla. —Entonces mañana saldré rumbo a Costadorada, intentaré volver lo antes posible. Lo de Mario ya lo he resuelto; al exterior declaré que ya me divorcié de ti, así que Melchor no vendrá a por ti, solo guardará rencor contra mí. Lo suyo lo arreglaré cuando regrese de Costadorada. Querido, ¿esta noche aún trabajas? Los dedos de Lorena se alzaron y cubrieron su oído, con un tono muy seductor. La nuez de Adán de Pedro se movió. Era cierto, los dos iban