Capítulo 1000

¿Qué había pasado? Alarico e Inés se volvieron al mismo tiempo y vieron cómo la puerta del almacén fue derribada de una patada. Un grupo de policías entró corriendo. —¡Manos arriba! ¡Nadie se mueva! ¡La policía había llegado! ¡Realmente había llegado la policía! Esta repentina situación dejó a Alarico e Inés totalmente desconcertados, aunque ambos intentaron resistirse. Alarico gritó: —¡¿Dónde están?! ¡¿Dónde están mis hombres?! Sus guardaespaldas ya estaban sometidos en el suelo. —¡Señor Alarico, estamos aquí! ¡Nos tienen rodeados! ¿Qué? ¿Ya estaban rodeados? ¿Cómo podía ser posible? Todo había sido planeado meticulosamente ese día. El lugar era remoto, nadie debía saberlo. ¿Cómo pudieron rodearlos? —¡Manos arriba, ahora mismo! Dos policías se acercaron y detuvieron de inmediato a Alarico e Inés. Otro policía desató las cuerdas que ataban las manos de Camila. Inés miró a Camila con resentimiento. —Camila, ¿qué está pasando? ¿Por qué hay policías aquí? Camila soltó una sonrisa fría. —¿