Webfic
Open the Webfic App to read more wonderful content

Capítulo 316

“Lo que sucedió no tuvo que ver solo con tu madre, sino también conmigo e Isabella… ¡Y con tu tío!” Tan pronto como David dijo eso, Stella se quedó atónita, aunque procuró disimularlo. ¿A quién se refería? Nunca supo que tenía un tío. No tenía idea de su existencia. ¿Por qué no lo había visto antes? Se preguntó qué habría sido de él. “Él ha vuelto, ¿no es cierto? Debe odiarme mucho… Tanto, que no pudo esperar para contártelo todo y hacer que tú también me odies”. Stella habría querido preguntarle de qué estaba hablando, pero se contuvo a tiempo y esperó a que David continuara su relato. “Tu tío era un notable rompecorazones en ese entonces. Isabella se enamoró perdidamente de él y se dedicó a perseguirlo. Yo, por mi parte, me enamoré de tu madre y ella de mí. Durante un tiempo, fuimos muy felices, pero no ocurrió lo mismo con Isabella y con tu tío. Él tuvo un accidente automovilístico y fue hospitalizado. Un día, cuando Isabella fue a visitarlo, fue violada por un gamberro en un callejón. Más tarde, supo que estaba embarazada, pero no se atrevió a decírselo a nadie; en cambio, acudió a mí en busca de ayuda. Yo traté de convencerla para que dijera la verdad, al fin y al cabo, no había sido culpa suya, pero ella se negó. Dijo que tenía miedo de que él ya no la quisiera, así que la acompañé al médico para que pudiera terminar con su embarazo. Después de examinarla, el médico le dijo que su condición era muy especial. Si se practicaba un ab*rto, nunca podría tener otro hijo, y habría un gran impacto en su cuerpo. Al salir del hospital, nos encontramos con tu madre y una amiga suya que estaba allí para hacerse una prueba de embarazo. Cuando ella me vio, pensó que yo tenía algo con Isabella y se molestó muchísimo. Más tarde le expliqué el asunto y me perdonó. Sin embargo, tu tío se enteró y se enfureció tanto que decidió no hablarme, ni volver con la familia Richard. Desde entonces, procuramos no mencionarlo, por eso tú nunca supiste de su existencia”. Stella se sintió asombrada al saber que había vivido más de veinte años en la ignorancia. ¡Ni siquiera sabía que tenía un tío! ¡Cielo santo, era tan increíble! “Jamás me pasó por la mente que tu madre y tu tío sospecharan que yo era el padre. No era de sorprender que él se pusiera tan furioso. Para cuando tu madre te tuvo, ya el primer hijo de Isabella había nacido. Sí, era Tristan. Isabella les hizo creer a todos que era hijo de su primer amor, pero no era cierto, nunca se supo quién era el padre”. A Stella le pareció como si un rayo hubiera caído a sus pies. ¿Cómo era posible? “Pero eso no fue todo. Yo cometí un error más grave todavía, si cabe. Tiempo después, Isabella vino a verme y me pidió perdón de rodillas por haber arruinado mi reputación. Yo… Había bebido bastante esa vez. Ella me dijo que el bebé tenía fiebre y que no sabía qué hacer. Seguía llorando a mares, así que no tuve más remedio que acompañarla hasta su casa. Inesperadamente, esa noche…” Stella no tuvo problema en imaginar el resto. Estaba segura de que el nacimiento de Sophia fue meramente un accidente. “Tenía miedo de que tu madre me culpara por serle infiel, y que nunca me perdonaría si le decía que tenía una hija. Nunca se lo conté, pero no sirvió de nada, porque pasado el tiempo ella se enteró, no sé cómo. Desde entonces, nuestra relación se debilitó y yo dejé de ir a casa. No pude verte crecer… Todo fue mi culpa, por no saber manejar la situación”. ¡Entonces era por esto que David se fue de casa y decidió ignorarlas a ella y a su madre! “Después de estar ausente un tiempo, tu tío se enteró de que Isabella se había embarazado de nuevo y había tenido una hija conmigo. Eso causó nuevos problemas en nuestra familia. En ese momento tú estabas muy pequeña. Él fue a buscar a tu madre y se lo contó todo. Luego, abandonó definitivamente el país y no supimos más de él. Debido a esto, tu madre insistió en divorciarse de mí, pero antes de conseguirlo enfermó gravemente y… ¡Ya sabes lo que pasó después!” Al terminar de hablar, David exhaló un largo suspiro. No era para menos. “¿Cómo es posible?…” Stella estaba boquiabierta. Todo el tiempo creyó que David simplemente había tenido una aventura con su madre y después la desechó. “¿Cuándo volvió tu tío? ¿Cómo pudo encontrarte?”, preguntó David, tras una larga pausa. “No lo hizo. Te mentí”, confesó Stella, un poco avergonzada. David suspiró de nuevo y luego se echó a reír. “¡Ay, niña! Bueno, ahora me siento más aliviado. No supe cómo enfrentarte estos años, así que todo este tiempo estuve huyendo de la verdad. Sabía que me culpabas, igual que tu madre. Ella seguro que nunca me perdonó, y ¡créeme que lo siento mucho!” “En cuanto a mí, no te preocupes, ¡pero debiste decírselo a mi madre! Creo que ella te habría perdonado y las cosas habrían sido muy distintas”. Durante años se había preguntado por qué David se negaba a tratarla como a una hija. Pero ahora comprendió que no era falta de amor, sino el temor a enfrentar sus propias acciones. Stella se dijo que debía existir más tolerancia entre padres e hijos, porque lo más importante era vivir en armonía como una familia.

© Webfic, All rights reserved

DIANZHONG TECHNOLOGY SINGAPORE PTE. LTD.