Capítulo 342

Desde luego, en su época como estudiante universitaria, Stella no solía decir: "No me gustan los chicos que se enamoran en la universidad"; aunque, con el tiempo, empezó a proclamar esa clase de sentencias. Después de intentarlo sin éxito, muchos chicos habían optado por retirarse, pero no dejaban de llegar nuevos dispuestos a ir tras ella. Aunque ella no era la más hermosa del campus, claro está, a muchos les gustaba que nunca se maquillaba. Como otras chicas parecidas, era muy popular: no solo era del agrado de los chicos, sino también de las chicas. Solía toparse con sus compañeros de clase al subir o bajar las escaleras y ellos le pedían que cantara una canción o que tocara la guitarra. Cuando menos, interpretaba una melodía en la flauta. Nunca había sido pretenciosa: cantaba cuando quería y tocaba la flauta y la guitarra cuando le apetecía. A menudo cantaba una canción en un registro alto en el dormitorio. Era la clase de persona que se emocionaba al cantar y, a excepción de esas ocasiones, solía estar en silencio; tenía un carácter tranquilo y aun así era muy popular. Así fue su vida universitaria, tranquila y apacible, hasta el día de su graduación. En todo caso... Violet era diferente. Había estudiado en una universidad en Francia donde había ganado cierto reconocimiento como una hermosa mujer asiática, muy popular y versátil. En Francia, la vida universitaria era animada, divertida y relajada y, aunque Violet también era una chica que prefería evitar las relaciones, tenía que admitir que tenía muchos amigos hombres, pero lo extraño era que... No tenían pensamientos inapropiados sobre ella, a pesar de que era muy hermosa. Tiempo después, cuando Stella le preguntó sobre ese asunto, Violet le respondió orgullosa: "Tengo buen gusto. Desde luego, no puedo pasar tiempo con ellos si sienten algo por mí. De lo contrario, ¿qué pasa si me emborracho algún día? Debo tener mucho cuidado con ese tipo de asuntos mientras vivo en el extranjero, ¿sabes?". A decir verdad, Stella quería aclararle: "Querida, aunque no tengas cuidado, no se atreverían a cometer un error contigo. Temen que los maten...". Stella recordó una ocasión en la que ella y Violet estaban hablando por videollamada cuando uno de los compañeros de clase de su amiga la vio. Entonces, la había perseguido preguntándole quién era la chica de la llamada... Le había parecido muy hermosa y quería conocerla, pero Violet lo detuvo con sus palabras. "Mi amiga es una discípula del templo budista que se convertirá en monja después de graduarse de la universidad. Ni siquiera lo pienses, a menos que quieras convertirte en monje después de graduarte", le dijo. El estudiante había regresado a su dormitorio para buscar lo que significaba la palabra monje. Después, nunca volvió a mencionar nada sobre ir tras Stella. Al poco tiempo, cuando Stella se enteró de lo sucedido, quedó perpleja y deseaba asesinar a Violet. ¿Acaso no estaba arruinando su imagen? Después, ambas se graduaron. En un principio, Violet no supo del matrimonio de Stella y RK, pero cuando se enteró quiso mald*cir a Stella por el resto de su vida. Primero, no entendió por qué Stella no la escogió como su dama de honor y, segundo, concluyó que había sido una locura que Stella se casara con alguien que ni siquiera conocía. Entonces, recriminó a David, a Isabella y a Sophia por más de dos horas desde la pantalla del computador. A decir verdad, Stella no había querido ocultarle la verdad sobre su matrimonio. Lo cierto es que nunca se había sentido confiada con esa unión. En ese entonces, cuando usaba el anillo de bodas, sabía que tarde o temprano tendría que quitárselo. Sentía que se había casado para divorciarse, de modo que no tenía ni la más mínima intención de tomarse en serio la boda. Ahora estaba claro que su decisión y su presentimiento de entonces habían sido acertados. Por fortuna, no se había hecho ilusiones en el pasado, de lo contrario, la decepción que había tenido que enfrentar después la habría destrozado. Violet, por su parte, solo se había enamorado una vez en la vida. Al final, el destino los había separado. Él era un estudiante de Midland que Violet había conocido en la universidad en Francia. Era guapo y, sobre todo, tenía buenas notas. Estaba becado por la universidad. Era un chico elegante, atractivo y gentil. Nunca perdía los estribos con los demás, y las chicas de la universidad lo adoraban. Por alguna razón que nunca llegó a comprender, Violet se enamoró de él. Así que lo persiguió y lo conquistó. Después, incluso se lo presentó a Stella a través de una videollamada. Esta se limitó a esbozar una sonrisa sincera y a advertirles que se cuidaran mutuamente. Su nombre era Willy Smith. Al verlo, Stella había tenido la impresión de que era un hombre estable que podría cuidar de Violet y que su relación podría durar mucho tiempo. De hecho, en lo que duró la relación, la frecuencia de las videollamadas entre las amigas disminuyó considerablemente. Tiempo después, Stella se enteró de que Willy la había cuidado bien y de que habían sido una pareja popular en la universidad, pero que se habían separado. Al llamar a su amiga para preguntarle por los motivos de la ruptura, había tenido que conformarse con una vaga explicación. Solo sabía que había sido él quien había decidido terminar. Había rumores de que había engañado a Violet, pero ella nunca los confirmó, así que Stella no conocía los detalles.