Capítulo 26

Me resultó difícil poder concentrarme en el dibujo y cuando miré mi mano que sostenía el lápiz, advertí que temblaba ligeramente, por lo que de inmediato cerré los ojos y suspiré. No podía dejar de pensar en él y concentrarme en absoluto. En tanto, miré el par de bocetos que había logrado realizar y no me sentí impresionada por el progreso que había tenido aquel día. "Rita, ¿estás bien?", me preguntó mi abuela preocupada, ya que probablemente presentía que algo andaba mal. "Oh, estoy bien", dije, tratando de sonar tranquila. "¿De verdad? Has estado frunciendo mucho el ceño hoy”, me respondió luego de haberme estado observando. "Simplemente, me resulta un poco difícil concentrarme. Creo que es suficiente por hoy, volveré mañana para intentarlo de nuevo, ¿te parece?", le sugerí mientras dejaba el lápiz en mi mano. No tenía demasiado sentido continuar esforzándome aquel día. Todavía tenía suficiente tiempo y no había necesidad de apresurarse. Luego de haber decidido cuál sería el tema de