Capítulo 54 ¡Te lo prometí todo, así que suéltala ya!

Perspectiva de Liora. —Qué lástima, ¡ya es tarde! ¡Denle. Apenas cayó la orden de Susana, las dos personas que sujetaban a Naelae empezaron a golpearle la cara. Cachetada tras cachetada caía sobre sus mejillas. Al ver aquella escena, mis labios temblaron; aquello me dolía más que si me golpearan a mí. —¡Deténganse! ¡Deténganse! Ignoré a quienes me bloqueaban el paso y traté desesperadamente de apartar a las dos que golpeaban a Naelae, pero alguien me agarró del cabello y me tiró hacia atrás con fuerza. Yo estaba demasiado débil; no era rival para ellas. Grité con desesperación y furia: —¡Dime! ¿Qué quieres que haga? ¡Te lo prometo todo, pero suéltala ya! Susana arrugó los labios, de manera tranquila y pausada. —Ahora sí sabes obedecer, ¿no? ¿No estabas muy digna? Además, vi claramente que fuiste tú quien chocó con mi amiga Marta. ¿No deberías disculparte? Marta, que miraba todo con enorme satisfacción, adoptó de inmediato una pose orgullosa al oír su nombre, esperando mi disculpa. —De