Capítulo 636

El mundo de Kayla colapsó. Llevada al límite, gritó con todas sus fuerzas, "¡Cómo te atreves, Julian! ¿Cómo te atreves a tratarme así en un hospital, de día y con tantos ojos en Richburgh? ¡En este país hay leyes! ¡El mundo sigue siendo justo y correcto!". Julian ignoró sus palabras. Cuando a él ya no le importaba alguien, así era como se comportaba. Trataba a la otra persona como si fuera aire. Incluso menos que eso, ¡de hecho! La puñalada en el corazón, un ataque que pudo acabar con la vida de Diana pero que, en cambio, lo dejó gravemente herido, así como las dos marcas de cuchillo en la palma de la mano, borraron todos y cada uno de los restos de afecto que él sentía por Kayla. No importaba lo que Kayla dijera, él actuaba como si no escuchara nada. Este era el epítome de su indiferencia. Esta era su manera de cortar todos los lazos emocionales con alguien. A diferencia de con Diana antes, donde estaban enredados, él se preocupaba por lo que ella hacía, decía y pensaba todos