Capítulo 1163
El sirviente jadeó al darse cuenta de inmediato de la intención de Lucille. Antes de que pudiera expresar su negativa, Lucille la dejó inconsciente por el rápido ataque.
"Lo lamento."
Lucille se quitó el uniforme de sirvienta y se lo puso ella misma.
Sin ningún medio para disfrazar su rostro a mano, cualquier pequeño desliz podría fácilmente exponer su identidad, sin importar cuán convincentemente interpretara su papel.
Lucille se recogió el cabello igual que la sirvienta y salió de la habitación con la cabeza gacha.
Salir de la villa transcurrió sorprendentemente sin problemas y nadie la notó.
Lucille mantuvo la cabeza gacha mientras se dirigía a la puerta de la mansión, preparada para hacerse pasar por una sirvienta que se dirigía a hacer compras bajo la atenta mirada de numerosos subordinados. Sin embargo, un coche se acercaba lentamente desde fuera de la mansión.
¡El ocupante del coche no era otro que Frank!
El corazón de Lucille dio un vuelco.
¿Por qué había regresado a esa hora? ¿No había dicho que no volvería, como máximo, hasta la tarde, después de haber resuelto sus asuntos?
En su prisa, Lucille no tuvo más remedio que darse la vuelta y fingir que podaba las plantas del patio.
La gran puerta de hierro de la mansión se abrió lentamente y, bajo la luz del sol, el lujoso automóvil negro avanzó lentamente. El emblema del Fénix Volador en la carrocería del automóvil desprendía un toque misterioso.
Lucille se agachó frente a una maceta, fingiendo estar ocupada mientras cantaba en silencio en su corazón: "Por favor, no me atrapes. Por favor, no me atrapes".
Aprovechando que la puerta de hierro aún no se había cerrado, Lucille se levantó bruscamente y corrió hacia la entrada de la mansión a una velocidad vertiginosa.
Al segundo siguiente, un muro humano bloqueó su camino hacia la libertad fuera de las puertas.
Lucille cayó directamente en los brazos de Frank.
Por encima de su cabeza se escuchó la voz algo impotente de Frank mientras preguntaba: "Tu herida aún no está curada. ¿Por qué estás corriendo?"
Lucille sintió ganas de maldecir.
Estaba vestida así, con el pelo recogido al estilo antiguo y un uniforme sencillo que no se diferenciaba del de los demás sirvientes.
A pesar de eso, Frank pudo reconocerla bajo ese disfraz.
Lucille estaba furiosa.
—Bobo, no estás siendo nada obediente. ¿No habíamos quedado en que te dejaría ir después de que tus heridas sanaran? —Frank agarró con fuerza la muñeca de Lucille mientras sus cejas se suavizaban. Habló en un tono profundo y gentil.
Si no fuera por sus ojos firmes que revelaban un fuerte sentido de posesividad cegadora, Lucille podría haber creído en sus palabras.
Lucille apretó los dientes y respondió con frialdad: "Frank Stewart, ¿me ves como una niña? ¡Nunca planeaste dejarme ir en primer lugar!"
"¿Es eso así?"
¡Hasta este punto, todavía se negaba a admitirlo!
Lucille apartó a Frank, riendo con frialdad a pesar de la situación. "Si no lo hiciste, entonces ¿qué sentido tiene agregar pastillas para dormir a mi comida?"
Ella pronunció las palabras más pesadas en el tono más ligero.
Frank se quedó realmente desconcertado por un momento. No pudo evitar reírse entre dientes después de suspirar suavemente: "Bobo, supongo que no pude ocultarte esto después de todo".
Lucille estaba tan furiosa que se le nubló la vista. "Frank, ¿qué es exactamente lo que intentas hacer?"
"Te deseo."
Pronunció esas tres palabras directamente y sin ninguna vacilación.
La mirada profunda y cautivadora de Frank estaba fija en Lucille, como la de una bestia acechando a su presa. Sus ojos ardían de deseo y resolución.
Lucille se quedó atónita por un momento y replicó: "Frank, te lo he dejado muy claro. Ya sea en el pasado o ahora, siempre te he considerado mi amigo más importante.
¿No dije esto hace varios años?
Ella no era ajena al afecto que Frank sentía por ella.
De hecho, ella lo había rechazado innumerables veces antes.
¡Pero parece que no quiere escuchar!