Webfic
Open the Webfic App to read more wonderful content

Capítulo 24

Siempre se había esforzado por mantener su dignidad, pero al final, seguían menospreciándola. Incluso cuando la herían, tenía que fingir altivez, y al final de cuentas, ni siquiera recibía una mínima compensación por ello. En realidad, era bastante ingenua. — Elena estaba sentada en la banca de la parada de autobús frente al hospital, observando atenta las siluetas que iban y venían de los transeúntes y las luces intermitentes de los autos que pasaban. Se sentía un tanto perdida. Aunque Norma se había ofrecido a contactar al doctor Javier, ¿quién podía garantizar que realmente lo hiciera de corazón? Tal vez lo único que buscaba Norma con todo esto era una oportunidad para demostrar ante Xavier que era más útil que ella, con el fin de que la familia Sánchez terminara por rechazarla por completo. Abrió su celular y se quedó mirando embelesada la foto de perfil de Sergio en Instagram. Se preguntaba qué posibilidades habría si lo contactaba directamente para pedirle ayuda. Pero no había ningún en realidad vínculo real entre ellos. ¿Por qué querría él ayudarla? Sus pensamientos estaban hechos un caos cuando el autobús se detuvo justo frente a ella. Sin darle más vueltas al asunto, Elena subió rápidamente al vehículo. De regreso a casa, aprovechó para pasar por el supermercado y compró variedad de cosas deliciosas, incluso gastó diez dólares en una porción de carne de res de alta calidad, hasta quedarse sin un solo centavo. Cuando Laura vio todo lo que Elena traía, se quedó pasmada. —¡¿Pero mira que traes?! ¿De donde sacaste todo eso? ¿Carne de res de alta calidad a diez dólares? Elena, ¿te volviste loca? Ambas habían pasado por muchas dificultades últimamente, arrastrando una especie de aura de infortunio financiero. Ninguna de las dos tenía dinero de sobra. Vivir con semejantes lujos claramente no era algo que pudieran permitirse. Elena respondió con total indiferencia: —Me encontré dinero tirado en la calle. Laura aún no lo creía del todo. —Conociéndote como te conozco, estoy segura de que eres del tipo de persona que si se encuentra dinero lo lleva a la policía. Jamás te lo quedarías para ti. —Entonces, ¿vas a comer la carne o, no? —¡Por supuesto! Laura decidió no seguir cuestionando de dónde había salido ese dinero, ni si Elena se había vuelto loca o no. Si había comida rica en la mesa, no comerla sería de tontas. Dejó lo que tenía entre manos, se puso enseguida el delantal y fue directo a la cocina: —¡Hoy voy a demostrarte lo buena que soy cocinando! —Yo te ayudo. Ambas se pusieron manos a la obra en la cocina. Y en un dos por tres con un par de filetes jugosos y una Coca-Cola de acompañamiento, la felicidad era así de simple. Laura comentó entre dientes: —Si tuviéramos un vino tinto, sería perfecto. —Yo no bebo, así que ni lo pensé. Pero la próxima vez te compro una botella, ¿te parece? —¡Sí! ¡Gracias, Eli! Alzaron sus vasos de gaseosa y brindaron felices. Ya cuando estaban por terminar de comer, Elena, tras dudar un momento sin encontrar una respuesta, decidió pedirle consejo a Laura. —Laura, tengo a alguien en mi lista de contactos. Simplemente nos agregamos como amigos, pero nunca hemos hablado. Si ahora le escribo para pedirle ayuda, ¿crees que me rechace? —¿Solo lo tienes agregado? —Sí. —Eso ni siquiera cuenta como amistad, apenas si se puede decir que lo conoces. Si una persona así está dispuesta a ayudarte, entonces es que es muy fácil de convencer. —Ok, pero... Laura notó cómo la chispa de esperanza en los ojos de Elena comenzaba a apagarse poco a poco. Supo de inmediato que debía de estar necesitando ayuda con algo: —Si necesitas ayuda, también puedes contar conmigo. Tengo bastantes contactos, tal vez pueda echarte una manito con eso. Los ojos de Elena volvieron a llenarse de esperanza. —¡Quiero contactar al doctor Javier! —Un segundo, déjame buscar quién es... Después de buscar una y otra vez información en internet, Laura le dedicó una sonrisa apenada: —Lo siento mucho, con eso sí no puedo ayudarte. ¿No quieres considerar a otro médico?

© Webfic, All rights reserved

DIANZHONG TECHNOLOGY SINGAPORE PTE. LTD.