Capítulo 45
—No tengo nada, no sé nada.
—¿No sabes? —Xavier clavó su mirada en la mochila de Elena, una sonrisa maliciosa asomaba en su rostro: —Entrégamela.
—Es mía, ¿por qué debería dártela?
—¡Dámela ahora!
Xavier furioso extendió la mano intentando arrebatarla.
Elena intentó resistir, pero fue empujada de nuevo con brusquedad por Xavier.
—¡Ah!
Un grito escapó de sus labios mientras su cuerpo caía hacia atrás, golpeándose contra una maceta grande. Por suerte, el celular en su bolsillo amortiguó parte del impacto, evitando de esta manera que se lastimara de gravedad.
Elena se levantó del suelo, decidida a recuperar sus pertenencias.
—¡Devuélvemelas!
Xavier hizo una pequeña señal a sus guardaespaldas.
—¡Deténganla!
Elena no pudo competir contra los guardaespaldas y solo pudo mirar cómo Xavier vaciaba su mochila, tirando todas sus cosas al suelo. Con rapidez, él recogió los tres manuscritos que se encontraban entre los objetos esparcidos: —Así que los tenías. Qué suerte que tenía un plan de respaldo, de lo contrario, habrías conseguido tu propósito.
Xavier la miró con desprecio: —Entonces, eres una ladrona. Atreverte a robar algo tan importante como esto. Tienes suerte de no haberte roto una pierna como castigo por tu atrevimiento.
Dicho esto, Xavier se dio la vuelta para marcharse. Elena, desesperada, se agarró de su pantalón.
—¡Devuélvelos! No puedes llevártelos, mi abuela me los confió...
—¡Quítate de en medio!
Xavier la empujó de forma brutal con una patada y se llevó las llaves de la mochila, ordenándole a los guardaespaldas mientras se alejaba: —Asegúrense de cerrar la puerta al salir y de que nadie más entre. Ella es una ladrona.
—Entendido.
Xavier fue el primero en irse con los manuscritos, y los guardaespaldas cerraron la puerta de la casa al salir.
Elena quedó tendida desvalida en el suelo, sin fuerzas para levantarse. Sus rodillas y las palmas de sus manos estaban rasgadas por el áspero pavimento, y el dolor era tan intenso que apenas podía lograr ponerse de pie. Su mano, que había golpeado directamente el suelo, estaba manchada de tierra negra mezclada con sangre, mostrando un aspecto bastante desolador.
—¿Qué voy a hacer? ¿Cómo se lo explico a mi abuela?... Lo siento... Fue mi culpa...
Las lágrimas brotaban sin control mientras observaba cómo se alejaban los autos, deseando poder expiar con su vida.
¿Por qué fui incapaz de manejar incluso esto?
¿Por qué fui tan inútil?
El agudo dolor era insoportable en las manos.
También lo era en las rodillas.
Se sentía fracasada.
El celular en el bolsillo de Elena vibró. Ella se secó las lágrimas y extrajo el dispositivo.
Debido a un golpe previo, la pantalla estaba destrozada, permitiendo ver solo algunos mensajes fragmentados en las pocas partes legibles que aún quedaban.
Llamada de: Sergio...
Llamadas perdidas: 3.
Elena secó las marcas de lágrimas en su rostro y observó atenta la pantalla, apenas logrando distinguir que antes del número 3 parecía haber otro número.
¿13?
¿No podía ser había recibido 13 llamadas de Sergio?
No se atrevía a imaginar tal situación y estaba intentando presionar el botón de llamada del celular, con el objetivo de explicarle a la menor brevedad posible a Sergio para evitar que se enojara.
Sin embargo, la pantalla estaba tan deteriorada que, a pesar de su gran insistencia en el lugar del botón de llamada, no lograba hacer la conexión. Presionaba con más fuerza y el celular simplemente se apagó.
No volvería a vibrar ni a recibir mensajes.
Era urgente que llamara a Sergio.
Sin embargo, el número de Sergio solo lo tenía guardado en su celular, y su tarjeta de presentación tal vez estaba en algún rincón de su casa; no lo recordaba con claridad y necesitaría regresar para buscarla.
Además, el detalle más importante era que no llevaba dinero consigo.
Tomar un taxi implicaba un gasto, y si necesitaba usar el celular para pagar, primero tendría que pedir prestado uno y también requeriría la verificación del número de celular, ¿quién estaría dispuesto a prestarle su celular y además permitirle usar su tarjeta SIM en otro dispositivo?
Lo más urgente de todo esto para ella en ese momento era conseguir un nuevo celular...
Debería...