Capítulo 127

Capítulo ciento veintisiete – No la odies. El punto de vista de Ferdinand Después de que Your Silver se fue, salí de la sala del tribunal por la otra puerta y corrí al mercado de Black Hills. Fue sólo mi intento de evitar que se repitiera la discusión con Suzanne y Amaryllis. Habían vuelto a su vieja costumbre de convencerme de tomar decisiones que favorecían o castigaban a quienes ellos querían. Generalmente eran las sirvientas y pensé que Amaryllis había crecido demasiado y se había vuelto más madura. El regreso de su mejor amiga lo trajo todo de vuelta. Me quité mis vestiduras reales y las di vuelta. Era de un tono marrón más oscuro por dentro, así que lo usé encima para darle una apariencia menos reconocible. No muchos lobos en Black Hills sabían cómo era mi apariencia. Podía caminar fácilmente y disfrutar de la paz que me merecía. —Hasta que alguien te reconozca y te tire piedras —se burló Zeke. ¿Qué le había hecho a él? ¿O a los lobos que me apedrearían? “Si no tienes nada bueno