Capítulo 116

El hombre se acerca a mí vacilante. "¿Elvina? ¡Finalmente te encontré! No podía creer lo que oía cuando me dijeron que estabas aquí", lo escucho decir. Sí, ese nombre Elvina me suena. "Elvina", dejé que el nombre rodara por mis labios. Por fin tengo un nombre. Roman, Jerrel y Jonas no se atrevieron a nombrarme, me llamaron con apodos siempre que pudieron y como soy la única mujer en la casa, no hubo problema. Pero ahora finalmente tengo una identidad. Miro al hombre que ahora camina más hacia mí y se detiene justo frente a mí. Toma mi barbilla entre sus dedos y me mira profundamente a los ojos. Intento comparar estos ojos con los de mis sueños, pero aparte del color azul, son muy diferentes. La expresión, el brillo y la profundidad no son los mismos. Los ojos de mis sueños contenían un amor ilimitado, irradiaban calidez y querían decirme algo con urgencia. Pero esos ojos están llenos de desconfianza y posesividad egoísta. Y además, el cabello de este hombre es negro, mientras que el ho