Todo

En Río Alegre todos sabían que Sandra Díaz tenía un esposo ejemplar, obediente y amoroso.Pero no había pasado mucho desde que tuvo a su bebé cuando recibió un mensaje por WhatsApp de un número desconocido.El mensaje contenía solo una frase:[Alejandro te ha traicionado. Tengo pruebas].Una frase tan breve se clavó de golpe en sus ojos, dejándola sin aliento.Instintivamente levantó la cabeza y vio a Alejandro González de pie junto al lavabo, inclinado, lavando a mano el pantalón manchado de loquios que ella acababa de cambiarse.El renombrado y distinguido dueño del Grupo Solandino, realizando con naturalidad las tareas de un sirviente.Todo porque nunca confiaba en dejar sus asuntos en manos de otros.Al notar su mirada, Alejandro giró levemente la cara, con una expresión tierna en los ojos. —El bebé todavía no se despierta. Aprovecha y duerme un poco más... ¿Por qué estás tan pálida?Arrugó la frente, se secó las manos y se acercó. —¿Te vuelve a doler el pecho? Te doy un masaje.Sandra soltó una risita, movió la cabeza y, tras ver salir a Alejandro, eliminó el mensaje. 





Ana García descubrió que su esposo, Alejandro Fernández, no la amaba y lo obligó a divorciarse de ella.
Pero, de camino de regreso a casa, sufrió un accidente automovilístico y perdió la memoria.
Cuando volvió a despertar, Alejandro, en su papel de marido, le dijo que había sido secuestrada por alguien que le guardaba rencor, que pasó un tormento enorme y que por eso había perdido la memoria.
Desde entonces, Ana quedó atrapada en Villa Monte Real.
Solo porque Alejandro decía que no podía soportar que ella volviera a sufrir daño alguno, mandó construir aquella villa extremadamente segura para protegerla.
Así, Ana fue escondida por Alejandro durante tres años, como una amante clandestina.
Hasta que, aquel día, una mujer irrumpió en la villa.
Tomó un florero y golpeó a Ana hasta abrirle la cabeza.
La empleada, que normalmente era muy obediente con Ana, no se atrevió a ayudarla; en cambio, se dirigió a esa mujer con respeto y la llamó: —Señora Fernández.
En medio del dolor insoportable en la cabeza, Ana lo recordó todo.
Recordó también que aquella mujer que le había abierto la cabeza era precisamente la persona con quien Alejandro la traicionaba.
La estudiante universitaria Carmen González, a quien siempre había apoyado como si fuera su propia hermana. 


[CEO arrogante y frío vs. hija de familia rica con carácter rebelde. Romance puro, dulce y protector][El protagonista masculino lleva años planeando un amor secreto que se convierte en realidad, el segundo hombre persigue a su amada hasta la desesperación.]Durante una reunión social, Luisa González escuchó a Carlos Rodríguez decir: —Luisa es muy bonita. Cuando la cortejé por primera vez fue porque me recordaba a Carolina. Durante todos estos años, siempre he estado buscando el reflejo de Carolina en ella —En ese momento, Luisa comprendió que, en realidad, solo era una sustituta.Esa misma noche, marcó el número que no había marcado en mucho tiempo.—Hola, papá, acepto regresar y casarme por arreglo.Más tarde, durante el banquete de compromiso entre el señor Andrés de Puerto Bella y la hija de la familia González, Carlos vio el rostro que había estado deseando todo este tiempo y perdió la razón completamente....El día en que Luisa rechazó el matrimonio y se escapó de su casa, Andrés Martínez estaba de pie junto a la ventana, moviendo suavemente su copa de vino. En sus ojos se reflejaba una emoción confusa. —Luisa, algún día regresarás a mi lado sin resistencia.Se rumoreaba que el señor Andrés de Puerto Bella era un hombre frío, austero y distante de las mujeres, y Luisa no tenía motivos para dudar de esos rumores.Hasta que comenzó a conocerlo mejor, Luisa se dio cuenta de cuán profundamente perturbado y apasionado era Andrés bajo su fachada de hombre recatado y controlado. 
El multimillonario de Solarena, Alberto Díaz, estuvo en coma durante tres años, y su esposa, la señora Díaz, Raquel Pérez, lo cuidó durante todo ese tiempo.
Sin embargo, cuando él despertó, Raquel descubrió en su teléfono un mensaje ambiguo, pues su primer amor había regresado al país.
Los amigos que siempre lo habían despreciado a ella se reían y decían: —Su primer amor, una mujer que parece un cisne, ha vuelto. Ya es hora de deshacerse de esta esposa que parece un pato feo.
Fue entonces cuando Raquel se dio cuenta de que Alberto nunca la había amado; ella era simplemente una triste broma.
Así que, una noche, el presidente Alberto recibió el contrato de divorcio de señora Díaz, con la razón de la separación: problemas de salud en el esposo.
Con el rostro sombrío, el presidente Alberto fue a buscarla, pero al llegar, descubrió que la que antes era un "patito feo", la señora Raquel, ahora vestía un elegante vestido largo, su figura se veía esbelta y algo cansada, iluminada por las brillantes luces, y se había transformado en una figura de liderazgo en el ámbito médico.
Al verla acercarse, la señora Raquel sonrió con gracia y le dijo: —¿Presidente Alberto, ha venido a tratar enfermedades masculinas?


La cirugía de trasplante de riñón que Luisa Gutiérrez realizaría con sus propias manos para su hijo estaba a punto de comenzar.Aquella intervención sería extremadamente complicada, pues el riñón provenía de su propio cuerpo.En menos de tres días, tendría que operar personalmente a su hijo. Tras veinticuatro horas de tensión, finalmente se apagaron las luces del quirófano; todo había sido un éxito.Justo cuando se disponía a compartir la alegría con su esposo, Federico Campos, quien la esperaba en la habitación de al lado, vio a través de la rendija de la puerta cómo él estrechaba entre sus brazos, de manera íntima, a la médica interna que trabajaba bajo su mando.—Federico, ¿no habrá pasado algo con la cirugía? ¿Y si a nuestro hijo le ocurre algo? Si yo pudiera donar el riñón, lo haría... Así no dejaría la vida de nuestro hijo en manos de otros.Luisa quedó petrificada.¿Qué significaba eso de "nuestro hijo"?Apenas iba a entrar para exigir una explicación.Y entonces vio cómo él abrazaba a Verónica Valdez, apretándola contra su pecho: —No te preocupes. Desde que Luisa perdió la memoria en aquel accidente, apareció en su vida un hijo más y nunca sospechó nada. Siempre ha tratado a Orlando Campos como si fuera suyo, así que hará todo lo posible en la cirugía. Además, tú perdiste un riñón para salvarme, y yo, sacrificándome, me casé con ella para que donara un riñón a nuestro hijo. Es lo justo. 

Perseguí a mi prometido durante siete años, pero él seguía enamorado de la hija que mi madrastra había traído consigo. Para obligarme a romper el compromiso, hizo que alguien manipulara unas fotos mías en la cama y las difundiera por toda la ciudad.
Ese mismo día, mi madre sufrió un accidente de tráfico provocado por la ira y la angustia, y fue ingresada en el hospital.
En medio de la desesperación, mi amigo de la infancia, Ramón Gómez, quien llevaba muchos años enamorado de mí, llegó apresurado. Con el corazón en vilo, se encargó de conseguir médicos para mi madre y se desveló toda la noche junto a su cama.
Sin embargo, una semana después, igual mi madre falleció.

Hace seis años, ella le salvó la vida.Y durante seis años la había buscado desesperadamente pero era como si hubiera desaparecido de la faz del mundo.Justo cuando estaba a punto de sospechar que todo era sólo un sueño, ella inesperadamente se acercó a él y le dijo: "Soy Andrea Agüero, tu prometida".***Andrea Agüero, la misteriosa doctora de renombre mundial, se embarcó en un viaje sola, llevando un recuerdo, para cumplir el último deseo de su abuela de buscar a su prometido.En el fondo, secretamente esperaba que el hombre la rechazara.Sin embargo, cuando lo conoció, ¡todo se salió de control!***Andrea tragó y miró a Sebastián, luego preguntó: "¿Señor Muñoz? ¿Se casará conmigo?".Ella todavía estaba anticipando el rechazo del hombre."¿Qué pasa si no estoy interesado?"Internamente exultante, Andrea logró mantener la calma exterior y dijo: "Aunque, esta es la intención de mi abuela, pero si no estás dispuesto, no te obligaré a casarte conmigo. Te devolveré el colgante y el contrato de matrimonio". será nulo de pleno derecho."Las palabras fueron expresadas con gran cortesía: ¡excelente, misión cumplida!Sin embargo, de repente, Sebastian se acercó a ella, con una pequeña sonrisa en sus labios."Pero... mi familia es extremadamente íntegra. Dado que mi abuelo ya hizo este trato, sería una falta de respeto por mi parte negarme y mi negativa haría parecer que mi familia no cumple su palabra".Esta declaración inmediatamente puso a Andrea en alerta máxima, frunciendo el ceño mientras preguntaba: "Entonces tú...""Entonces... casémonos."Sebastián soltó una bomba en un tono suave.¡Cómo podría ser esto! 
[Matrimonio relámpago] + [Amor después del matrimonio] + [Renacer] + [Verdadera y falsa hija]—Estoy de acuerdo con tu acuerdo de matrimonio secreto. Nos divorciamos en tres años y no te molestaré.—Será mejor que cumplas con el acuerdo.Para enfrentarse a su familia que la había calculado meticulosamente y a su prometido que la había traicionado, se acercó al líder de la familia García, la más poderosa de Ciudad A.No pasó mucho tiempo antes de que esas personas aparecieran con un grupo de poderosos aliados diciendo que le harían pagar.Sin embargo, cuando estos poderosos vieron a las personas que la estaban halagando, quedaron asombrados y se arrodillaron ante ella suplicando perdón...**El día en que vencía el acuerdo.Ella miró a la pareja en la fiesta de compromiso más grandiosa de Ciudad A, dejó caer los papeles del divorcio y empezó una transmisión en vivo.—Busco pareja. Los interesados pueden enviarme un mensaje privado.En un instante, miles de personas se unieron al livestream, y la popularidad se disparó.Justo cuando abrió los mensajes privados para ver fotos de chicos, la cara de un hombre apareció detrás de ella en la pantalla.—Amor, ¿el agua está lista para bañarnos juntos?De repente, los servidores de la plataforma de livestream colapsaron y toda la ciudad se enteró.Esa persona...¿Era Alejandro García? 
En su vida pasada, Alicia García siempre obedecía a sus hermanos mayores, pero ellos tomaban sus recursos y pisoteaban su dignidad para consentir a su falsa hermana, María Fernández. Al final, esta hermana biológica fue echada de la casa y murió trágicamente.Después de renacer, Alicia adoptó un principio: [Recuperar toda la ayuda que ofrecí, no perdonar, no reconciliar, ustedes se unen y yo brillo sola.]Primer hermano: ¿Por qué mi salud ha empeorado tanto últimamente? Porque Alicia ya no le envía los suplementos nutricionales.Segundo hermano: ¿Por qué el cortafuegos de la empresa siempre tiene problemas? Porque Alicia ya no se encarga de su mantenimiento.Tercer hermano: ¿Por qué el desarrollo de los medicamentos va tan lento? Porque Alicia ya no prueba los fármacos.Cuarto hermano: ¿Por qué los guiones están tan malos? Porque Alicia ya no los escribe.Quinto hermano: ¿Por qué la prótesis que lleva es tan mala? Porque Alicia ya no la fabrica.Sexto hermano: ¿Por qué el equipo pierde? Porque Alicia se retiró.Los hermanos se arrodillan, suplicando perdón: —Alita, vuelve, somos una familia con lazos muy fuertes, ¿no lo ves?Alicia se ríe con desprecio: —Cuando el coche choca con la pared, sabes que debe girar; cuando las acciones suben, sabes que compraste; cuando cometes errores y te condenan, sabes que te arrepientes. Lo siento, ¡yo no perdono! 
Como todos sabían, Lourdes Suárez amaba apasionadamente a Roberto Barrera.Pero su devoción, incluso después de casarse, solo le trajo la tragedia de ver a su padre morir en prisión. Obligada a ocultar su embarazo, se marchó.Cuatro años después, se reencontraron.Ella regresó con una niña adorable... Y también con un prometido.Roberto hizo todo lo posible por retenerla a su lado.Le sostuvo el mentón con desprecio y le dijo: —¡Solo puedes ser mi amante!Más tarde, cuando la verdad salió a la luz, él, como un loco, irrumpió en la ceremonia de boda.—¡Lourdes, te llevas a mi hija y te casas con otro hombre! ¿Quién te dio ese permiso? 

Ocho años de amor, Angélica Solano nunca supo que su novio tenía a otra mujer en su corazón.Hasta que se fijó la fecha de la boda, y en el vestidor de una tienda de novias, presenció una pelea entre ellos.—¿Entonces qué soy, tu amante secreta?—¿No te he dicho que lo importante no es el estatus, sino el corazón? ¿No sabes a quién pertenece mi corazón?Ella lloraba mientras él la consolaba.Angélica sintió como si le hubieran caído un rayo, dándose cuenta de que sus ocho años de relación habían sido una broma.Esa noche, invitó a un hombre desconocido a pasar la noche y le dio 140 dólares: —No pierdes nada....Más tarde, Daniel Herrera, bajo una fuerte lluvia, llegó desesperado buscándola: —Angélica, te pido otra oportunidad.Pero quien abrió la puerta fue su primo, a quien siempre había respetado.Un hombre alto y de piernas largas, se paró en la puerta: —¿Qué pasa, te atreves a amar a tu cuñada? 
[Primero el dolor, luego la dicha: el arrepentimiento del hombre y su desesperada búsqueda de redención; el segundo protagonista triunfa.]
De un amor mutuo, pasaron a no poder ni verse.
Andrea López y Salvador Vargas estuvieron casados durante muchos años, pero al final su relación no pudo aguantar la llegada de otra persona.
En incontables madrugadas, bastaba una sola llamada de aquella tipa para que Salvador dejara se fuese casi que ipso facto.
Andrea no podía olvidar aquel amor juvenil, profundo y apasionado. Su corazón, sincero y ardiente, siempre creyó que, con suficiente esfuerzo, podría recuperarlo.
Pero aquel amor era muy resistente; su persistencia solo le dejó amargas cicatrices y mucho dolor.
Hasta que... finalmente perdió toda esperanza. Y por fin comprendió que el amor es tan frágil de romper como el reflejo la luna reflejada en el mar, como arena que se escurre entre los dedos así se va.
Adolorida decidió marcharse. Pero desde entonces, su mundo se llenó de luz.
Pero tras su partida, aquel canalla entró en pánico.
Durante muchos años, con los ojos enrojecidos por el llanto, él le suplicó que regresara, solo para verla tomar la mano de otro junto a ella.
—Salvador, a usted ya no lo quiero ver ni en pintura.

Cuando Silvia Gómez amaba a Ángel Pérez, lo hacía con pasión, pero a costa de perder mucho. Para Ángel, Silvia era solo una persona de confianza, alguien sin la cual no podía estar. Por eso, ella decidió dejar de amarlo. Al principio, Ángel no valoraba la serenidad y la independencia de Silvia. Sin embargo, con el tiempo, comenzó a percibir en ella la ternura y las miradas afectuosas que él anhelaba, pero que ya no estaban dirigidas hacia él. El día de su boda, Silvia estaba sentada en la cama, riendo mientras observaba al novio y sus amigos realizar un baile flamenco. En medio de la risa, Ángel apareció de repente. Se arrodilló a sus pies, tomó sus tobillos y, con un gesto suplicante como el de un perro derrotado, le ayudó a ponerse los zapatos: —Por favor, no te cases con él. Ven conmigo. Sabes que fuiste mía primero...*—Mi corazón es un péndulo entre tu sonrisa y la luna. — Federico García LorcaLos protagonistas son imperfectos; esta no es una historia típica de empoderamiento femenino. Ángel, orgulloso y frío al principio, causa mucho dolor y se muestra extremadamente humilde después, lo que intensifica un amor de "deuda". Esta relación no se resuelve en unos pocos capítulos de persecución, sino que se centra en reparar a un hombre despreciable. 


Cuando Diego Pérez se enteró de que yo, por iniciativa propia, había cedido un proyecto multimillonario a su asistente favorita, Cristina Ruiz, creyó que los tres meses de indiferencia hacia mí finalmente habían surtido efecto.De pronto, propuso que fuéramos juntos a Islandia para nuestra luna de miel.Al saberlo, Cristina se llenó de celos y amenazó con renunciar a la empresa.Diego pasó tres días y tres noches consolándola y, al final, aprovechando una supuesta reunión de trabajo, volvió a posponer nuestra luna de miel y le dio a Cristina el otro billete.Después, Diego me lo explicó con total indiferencia:—Las cuestiones sentimentales son secundarias, lo importante es el trabajo. Como jefe, tengo que priorizar mi responsabilidad laboral.—Tú eres mi esposa, deberías apoyarme, ¿verdad?Miré la foto de perfil que Cristina acababa de subir a WhatsApp, una imagen de ambos, muy juntos, haciendo un gesto de corazón. No respondí nada, solo asentí con la cabeza.Diego, creyendo que me había vuelto comprensiva y madura, estaba encantado. Incluso prometió que, cuando regresáramos al país, me compensaría con una luna de miel aún más romántica.Pero él no sabía nada.Yo ya había presentado mi renuncia y él hacía tiempo que había firmado el acuerdo de divorcio.No nos quedaba ningún futuro juntos. 

Para complacer a su amante, Alejandro García hizo públicas las fotos privadas de María Fernández, reproduciéndolas en bucles en todas las pantallas de la ciudad.
Tres años de matrimonio se convirtieron en una burla.
El corazón de María se apagó, así que decidió marcharse.
Cuando volvieron a encontrarse, María ya no era la mujer ingenua de antes, sino la eminencia científica más respetada de Solarena.
Alejandro la sujetó con desesperación. —Por mucho que quieras armar escándalo, también deberías tener límites. Nuestro hijo te echa de menos, vuelve a casa conmigo.
María se soltó con frialdad. —En el acuerdo de divorcio quedó todo escrito: me iría sin llevarme nada, y mi hijo rompería toda relación conmigo.
Su silueta alejándose bajo la lluvia dejó a Alejandro sin entender cómo aquella mujer, que una vez lo amó con todo su ser, podía ahora mirarlo con una indiferencia tan absoluta.
Hasta que descubrió la verdad: María tenía un chip implantado en el cerebro. Sus emociones habían sido borradas deliberadamente.
Y que la mujer a la que él había amado todos esos años... era realmente ella.
Alejandro enloqueció. Se arrodilló bajo la tormenta durante siete días y siete noches. Cuando por fin cayó inconsciente, murmuró con voz ronca: —Mari... ámame una vez más, te lo ruego...
María sonrió con frialdad. —El cariño que llega tarde vale menos que nada.

Durante tres años de matrimonio, David Gómez solo se reunía con ella solo dos veces al mes, y cada encuentro no era más que el cumplimiento mecánico de sus deberes conyugales. Él había sido indiferente, nunca intentó conocerla en absoluto, hasta que el plazo de tres años llegó a su fin. Entonces, ansioso por reencontrarse con su primer amor, ella se dio la vuelta con elegancia y firmeza. —David, divorciémonos. Te concedo tu libertad. —A partir de ese momento, ella dejó de tener expectativas en él, renunció a la familia y regresó al mundo laboral. Poco a poco, brilló con luz propia, volvió a la cima, y a su lado ya no hubo lugar para él. Sin embargo, él se sintió conquistado una y otra vez por su talento. Se sintió atraído poco a poco, hasta que, cuando ella se fue definitivamente, él descubrió la verdad de aquellos años. Resultó que él la había olvidado dos veces, y que había sido ella quien había recorrido miles de kilómetros para permanecer a su lado con determinación, solo para devolverle el favor de haberle salvado la vida en el pasado. Él se arrepintió profundamente, pero para entonces ella ya se había convertido en alguien inalcanzable para todos. Cuando él quiso rogarle para que volviera con él, le informaron que "ella ya no quería ser su esposa".Esta vez, sería él quien la protegería, y lo haría con todas sus fuerzas. 
Durante los primeros dieciocho años de su vida, la existencia de Liora Lóbaros había sido un camino despejado: su padre la trataba como un tesoro; su hermano mayor la consentía en todo. Y poseía a la poderosa lobo Haty y, además, estaba unida como compañera destinada al líder más joven de la tribu Sáeros, Soren Sáeros.
Había sido la joya más envidiada de toda la manada.
Sin embargo, cuando cumplió dieciocho años, todo se detuvo de golpe.
La meticulosa conspiración de su hermanastra la arrojó a un hospital psiquiátrico. Cuando luchó por distinguir la realidad con claridad, descubrió que el mundo ya había cambiado: el cariño de su padre se había volcado hacia su hijastra; el hermano que una vez la adoró la miraba con frialdad e, incluso, Haty, unida a su alma, había caído en un profundo sueño.
Y aquel hombre que había jurado protegerla toda la vida parecía llevar en los ojos la sombra de otra persona.
Resultaba que, detrás de las atenciones y elogios de antaño, ella era la única a quien todos habían abandonado.
Para recuperar su fuerza y la verdad, Liora decidió huir de la tribu y emprender un camino de resistencia cubierto de espinas. Ocultó su nombre y avanzó sola en la oscuridad, hasta que por fin tomó una decisión definitiva: dejar atrás el pasado y cortar todos los lazos.
Cuando quienes la habían traicionado empezaron a volver, cuando las disculpas tardías y los intentos de recuperar lo perdido se sucedieron uno tras otro… ¿Podría sanar un corazón tan herido? 
El día que mi exesposo y mi hermana adoptiva se casaron, decidí suicidarme lanzándome de un edificio. Le di todo mi amor y aprecio a mi exesposo, Evaristo Rodríguez, durante diez años. Tras casarnos, abandoné mi carrera para convertirme en la esposa devota y hogareña que él tanto deseaba. No obstante, su amor se desvió rápidamente hacia mi hermana adoptiva, quien, a pesar de su frágil salud, trabajaba incansablemente y proyectaba una imagen de inocencia; él afirmaba que no hay nada más hermoso que una mujer entregada a su carrera.Mas tristemente olvidó que yo ya había alcanzado fama internacional antes de nuestro matrimonio. Todo lo que yo hacía para salvar nuestro matrimonio él lo tomaba a mal. Incluso llegó a provocar la ruina de mi familia y la pérdida de mi hijo que estaba por nacer, justificándolo como el precio necesario por haber lastimado a mi hermana adoptiva.Pero afortunadamente, obtuve una segunda oportunidad de vida y me prometí a mí misma que no permitiría que tales eventos se repitieran.Ya no lo quería. Sin embargo, después de acordar el divorcio, Evaristo, quien en mi vida pasada me había aborrecido profundamente, me rogó que volviera con él.Pero frente a sus súplicas, y sin otra más opción decidí lanzarme en los brazos de su enemigo. 
Después de cinco años de matrimonio y tras haber intentado la fecundación in vitro noventa y nueve veces, Ángela Díaz finalmente quedó embarazada.Llevaba en la mano el informe del examen y regresó a casa para compartir su alegría con Rubén García, pero, al acercarse, escuchó las voces burlonas de él y su amigo.—Le he estado ocultando tres cosas a Ángela.—Primero, falsifiqué su informe de infertilidad y la engañé para que se sometiera a noventa y nueve tratamientos de fecundación.—Segundo, el hijo que lleva en el vientre es de José García; no tiene nada que ver conmigo.—Tercero, la mujer a quien siempre he amado es Susana Díaz.Ángela sintió que caía en un abismo, pero las voces dentro del despacho seguían resonando.—En la cena de nuestro quinto aniversario, dentro de una semana, el abuelo anunciará que heredaré los negocios de la familia. En ese momento, haré que todos sepan que Ángela y ese bastardo, José, mantienen una relación impropia.Ángela temblaba de rabia. Apretó con fuerza el informe de embarazo hasta arrugarlo y desbloqueó el número de José.[José, quiero hablar contigo sobre un gran negocio]. 


A los cinco años de casados, Diego Pérez frente a todos, exigió que ella aceptara su papel de mantener la estabilidad en el hogar, o sea no se divorciara de él, mientras él si podía darle vuelo a la hilacha y le ponía los cachos con otras tipas.Silvia Ortega no lloró ni armó escándalo alguno al entregarse; ella tranquilita, le entregó un acuerdo de divorcio ya con su firma.Diego creía que no tardaría en regresar y ceder ante él.Puesto que la familia Ortega iba derecho a la banca rota y ella había sido ama de casa por cinco años en los cuales ella siempre dependió de él, y se había habituado a un estilo de vida llena de lujos, así que para ella no sería fácil adaptarse a una vida sin él. Estaba seguro de que en menos de tres días volvería rogándole.No obstante, transcurrieron tres días, y luego otros tres más y nunca regresó.Diego no resistió por más tiempo.La arrinconó contra la pared, con los ojos llorosos, y le rogó suplicando:—Silvia, ya por favor detente.Silvia sonrió:—Señor Diego, desde que te dejé, he descubierto lo lindo que es mi futuro sin tú estorbándomelo. 
Amelia Sánchez, durante diez años, carente de autoestima, se dedicó a complacer a Orlando López desde su anonimato hasta alcanzar el éxito, pero finalmente perdió ante Ximena Sánchez.Desesperada, decidió recuperar su carrera.Ella era una médica extremadamente competente, una hacker de alta habilidad, una abogada excepcional, una jugadora con destrezas impresionantes en los videojuegos, una diseñadora reconocida, la mejor actriz protagonista... ¡ella era todo eso!¡Ella dominaba el arte de derrotar a los malos, ya fueran hombres o mujeres!Orlando, con aire de superioridad, le dijo a Amelia: —Amelia, ahora sí eres digna de ser mi mujer.De repente, Felipe Herrera se adelantó y lo apartó de una patada: —¿Tú, competir por mi mujer? ¡Ni lo sueñes!Orlando, aterrado, exclamó: —¡Felipe... señor Felipe!Felipe, levantando delicadamente el mentón de Amelia, con una voz amenazante, dijo: —Amelia, ¿otra vez saliendo a atraer al sexo opuesto?Amelia, pálida de repente, estaba a punto de escapar cuando fue abruptamente alzada por el hombre. 
Durante tres años de matrimonio, Salvador Herrera rara vez regresó a casa. En los círculos sociales todos decían que él la detestaba profundamente.
Lorena Flores conoció a Salvador cuando tenía doce años; lo acompañó desde sus días de pobreza hasta que alcanzó el éxito y la fama. Pero con una sola frase "ya no te amo", ella se convirtió en el hazmerreír de todos.
Los amigos de él se burlaban de su ingenuidad, las admiradoras de Salvador decían que ella lo manipulaba con la moral, que era una mujer sin vergüenza.
Todos olvidaron que lo había acompañado durante catorce años completos.
Aferrada a los recuerdos del pasado, se negaba a soltarlo y poco a poco se transformó en una mujer amargada y gritona.
La mirada de Salvador hacia ella, sin embargo, permanecía siempre fría y distante.
Cansada, dejó los papeles del divorcio sobre la mesa y se marchó. Todos dijeron que Salvador, por fin, se había liberado.
Pero en un rincón donde nadie podía verlo, el orgulloso hombre, aún vestido con su traje impecable, se arrodilló y le rogó con desesperación que no se divorciara.



Después de entregar su dignidad durante cinco años a un hombre que no la merecía, Lorena Flores pierde perdió la memoria a causa de un accidente automovilístico.
Su prometido, un hombre que juega jugaba con los sentimientos, la llevóa donde su hermana, aparentemente inocente pero en realidad calculadora. Señalando al hombre en la televisión, le dicedijo: —Él es tu novio, ve y búscalo.
Lorena, siempre obediente, decide decidió seguir el su consejo.
El hombre en la televisión eras Pedro Guzmán, alguien con un carisma destacado y muy difícil de alcanzar dentro de su círculo social, quien quedó discapacitado de ambas piernas debido a un incidente relacionado con Lorena dos años atrás.
Todos aguardaban para verla fracasar, esperando que Pedro emplearae contra ella medidas drásticas.
Sin embargo, al final, Lorena se transforma convirtió en la respetada señora Guzmán, deslumbrante y encantadora.
El hombre que jugaba jugó con los sus sentimientos termina terminó arrepintiéndose.



[Siete años de devoción profunda, un primer amor, hijas verdaderas y falsas y una protagonista lúcida].
Norma González acompañó a Federico Valdez durante siete años completos.
Por él, renunció a su futuro, soportó humillaciones e incluso permitió que su autoestima se desmoronara.
Pero todo cambió cuando su primer amor, Marta Reyes, regresó al país.
Él entregó con sus propias manos el puesto que ella había conseguido con tanto esfuerzo. Incluso cuando la madre de Norma estaba gravemente enferma y necesitaba con urgencia una cirugía, él solo la miró con frialdad y se burló: —Norma, hasta para hacer un escándalo hay que tener límites.
En ese momento, finalmente despertó.
Presentó su carta de renuncia y, al darse la vuelta, aceptó la oferta de la empresa rival, Alonso Reyes, descubriendo de forma inesperada su verdadera identidad.
Su hermano biológico la adoraba profundamente, y sus padres, pertenecientes a una familia poderosa, le brindaban todo su apoyo.
Y aquel que alguna vez dijo "jamás pienses en irte", Federico, ahora parecía haber perdido la cordura. En una noche de lluvia, bloqueó su carro con los ojos enrojecidos, dejando de lado todo su orgullo. —Norma, la empresa, las acciones, todo lo mío es tuyo... Con tal de que regreses.
Pero ella solo sonrió con indiferencia. —Señor Federico, el hombre que es ahora... ¿Con qué derecho pretende estar a mi lado?




—Señorita Roche, es hora de que se divorcie del señor Arnaud y vuelva a casa. Usted es la única heredera que el Amo está esperando.~•~Por amor, Julianna aceptó el matrimonio concertado con Franklin William Arnaud. Hizo todo lo posible para ganarse el corazón de su marido, pero cuando su antiguo amor regresó, se dio cuenta de que todos sus esfuerzos habían sido en vano.Franklin le exigió el divorcio la noche de su aniversario de bodas, incluso a costa de amenazarla. Ella, desconsolada, finalmente abandonó todas sus ilusiones sobre él y regresó a casa para ser la heredera.La próxima vez que conoció a Franklin, ya no eran pareja, sino oponentes.—Señor Arnaud, ¿debería recordárselo otra vez? Nos hemos divorciado."Julianna, ese es el error más estúpido que he cometido en mi vida. Por favor, vuelve conmigo". 

Durante cinco largos años de matrimonio, Alejandro Martínez nunca se casó legalmente con Daniela Sánchez.Siempre decía que estaba demasiado ocupado con la empresa, que daba igual si se casaban o no, y Daniela le creyó todo sin refutar... hasta ahora.Ella vio con sus propios ojos a Alejandro salir del registro civil con su hermana, desaparecida desde hacía cinco años.Laura Sánchez, con los ojos enrojecidos, se lanzó a los brazos de Alejandro, apretando con fuerza ese deslumbrante certificado de matrimonio.—Alejandro, fue un error de mi parte haber escapado de la boda aquel año...—la voz de Laura se quebró enseguida—. Sé que esta vez aceptaste casarte conmigo porque tenía cáncer, pero aun así quiero preguntarte: después de tantos años, ¿en verdad me has olvidado y te has enamorado de Daniela? 
Perdí los recuerdos de los últimos cinco años, al despertar, descubrí que Salvatore Suárez, a quien amé en secreto por tantos años, se había convertido en mi esposo.
Pero su trato era, por demás, vejatorio.
La dueña de su ternura era su amiga de la infancia; incluso cuando yo estuve al borde de la muerte, él solo se preocupó por acompañarla.
Todos decían que lo amaba con locura. Si Salvatore me pidiera servir como esclava para su amiga, yo lo aceptaría sin dudar.
Qué ridículo.
Yo ni siquiera recordaba a aquella persona.
...
No me acordaba de él y, como me trataba mal, era lógico que pidiera el divorcio.
Pero después lo encontré deambulando de noche frente a la puerta de mi casa, sin querer marcharse.
—Bibi, ¿podrías...mirarme una vez más?

Cuando Elena Guerrero le entregó el acuerdo de divorcio, Tomás Jiménez estaba ocupado disque muy ocupado llamando a alguien, ocupado consolando a su amante número cincuenta y dos.—Tomás, vamos a divorciarnos.—Firma de una vez, espera un mes, y cuando termine el período de reflexión del divorcio, nos separamos, sin tener más relación entre nosotros.Al escuchar esto, él aceptó, tomó el documento sin ni siquiera mirarlo, y lo pasó directamente a la última página, firmando su nombre con indiferencia.Después de firmar, se levantó orgulloso mientras tomaba su abrigo, aun susurrando palabras dulces a la joven al otro lado del auricular.—Está bien, ya mismo voy para pasar un rato rico, ¿sí?Cuando colgó, Tomás ya estaba en la puerta, pero de pronto recordó algo, se volteó y miró a Elena: —Ah, por cierto, Eli, el documento que me hiciste firmar hace un momento, ¿qué era?Ya lo había firmado, y recién entonces se le ocurrió preguntar. 




Antes de su matrimonio, él dijo: “Nuestro matrimonio es solo un acuerdo en una hoja de papel. En privado, no tenemos nada que ver el uno con el otro ".Después del matrimonio, siempre cuando ella estaba en problemas, él la ayuda. Cuando ella es intimidada por otros, él la protege.Ella obedeció el acuerdo y ocultó el hecho de que estaban casados, pero él anunció al mundo que ella era su esposa.Cuando volvió a meterse en secreto a la cama, Susan se puso nerviosa. "¿Qué es lo que realmente quieres?" Le respondió con una mirada inocente mientras suplicaba: “Por favor, abrázame. Por favor, bésame. Por favor…"Frente al CEO desvergonzado, Susan solo pudo ceder su derrota. Después de muchos años ella se dio cuenta que él la había amado durante mucho tiempo. 


Cuando Lucía Sánchez se casó con Sergio Franco, ella tenía 22 años, y él, 32.No solo era mayor, también era más grande en muchos otros sentidos.Durante tres años de matrimonio, él la colmó de una ternura inagotable: todo lo que ella quería, él se lo daba. Si ella pedía estrellas, él se las bajaba; si quería la luna, él se la entregaba. La trataba como a un tesoro invaluable. Salvo por una cosa… Cada noche, pasada la medianoche, su deseo parecía no tener límites. Por más que ella llorara y le suplicara que parara, él apenas reía bajo y no la dejaba escapar.Lucía sabía que ese hombre tenía muchísimo dinero y también muchísimo amor… y todo era para ella.Hasta que llegó el día en que su padre falleció. Esa tarde, Lucía le marcó noventa y nueve veces. Él no contestó ni una sola.