Capítulo 124

Siento su presencia antes de verlo. Lydia está a mi lado, mientras Julien sube las escaleras hasta el avión. Todos los ojos están puestos en la puerta abierta, creo que los demás también sienten el aura poderosa. En este momento mi loba sale de alegría, anima, baila y tira besos en redondo. "Elvina, Elvina, ya viene. El que tiene nuestro corazón en la mano, nuestro amor más grande", repite como una cinta de audio atascada, moviendo ferozmente la cola. Y finalmente, aparece en el umbral la más bella creación del todopoderoso. Su magnífica aura es como una central eléctrica, los hombres lobo de rango inferior no pueden mantener sus ojos en él y se ven obligados a inclinarse. Me doy cuenta de que, aparte de los lobos comunes, los alfas y los mayores todavía están de pie pero abren el cuello en señal de sumisión. Sus ojos escanean ansiosamente a la multitud hasta que coinciden con los míos. Mientras continúa mirándome, un escalofrío recorre mi cuerpo, baja lentamente y finalmente explota e