Capítulo 32 Ya no tengo sentimientos por ti

Diego sintió que sus brazos quedaban vacíos; el calor que tenía en su pecho se desvaneció de golpe. —¿Te vas a mudar? —Se sorprendió Diego. —Sí. ¿O acaso crees que después de lo ocurrido voy a seguir viviendo aquí? —dijo Julia—. Además, en poco tiempo nos vamos a divorciar. Solo me adelanto unos días. —¿Divorciarnos en unos días? —Diego meditó—. No me digas que hablas de ese contrato ridículo que firmaste con mi madre. Ella consiguió esa firma engañándome, sin que yo lo supiera. Ya te lo dije: nunca quise divorciarme de ti. En la comisaría, Diego también se había enterado por Cecilia de ese acuerdo de divorcio y de los diez millones de dólares que Julia pedía como compensación. —Lo supieras o no, no me importa. Ahora soy yo quien quiere divorciarse de ti —dijo Julia. —¿Es por Bruno? ¿Porque encontraste a alguien mejor que yo? —Los ojos de Diego destellaron de celos. Julia lo miró con ironía. —Diego, cuando me casé contigo no tenías nada, eras muy pobre. Incluso el capital para iniciar