Capítulo 94
Catalina giró la cabeza para mirar por la ventana, sin volver a prestarle atención a Alejandro.
Él tampoco era un hombre de muchas palabras, así que ambos permanecieron en silencio durante todo el trayecto.
Al llegar al Grupo Solara, Catalina le agradeció con cortesía y se marchó sin volver la vista atrás.
...
Ya en la oficina, Catalina llamó por teléfono a Ignacio.
—¿Sabías que mamá vino a Puerto Esmeralda?
Del otro lado de la línea, la voz de Ignacio sonaba baja y serena.
—Me enteré ayer. Mamá está preocupada porque estás sola, teme que estés pasando por un mal momento, y dijo que tenía que ir a verte, le insistieras o no.
Catalina arrugó ligeramente la frente y vaciló un momento antes de hablar. —Hermano... ¿tú crees que debería contarle a mamá sobre mi inminente divorcio con Alejandro?
—Si ya estás completamente decidida a divorciarte, entonces díselo después, cuando ya esté todo resuelto.
Catalina entendió la intención detrás de las palabras de Ignacio. —¿Estás diciendo que si se

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