Capítulo 236
“A veces no sé si tomé la decisión correcta”, dije. Tal vez sacarte del pueblo fue un error.
Tal vez Erin habría llevado una vida infeliz en Graceville, casada con un hombre que le doblaba la edad, pero estaría a salvo, libre de una enfermedad repugnante.
Ni siquiera quería saber cuál de las ETS se había contagiado o de quién se había contagiado.
Erin Smith dejó de ser mi responsabilidad el día que me traicionó.
Sollozaba desconsoladamente y seguía disculpándose.
No estaba lista para perdonarla, pero tampoco podía verla morir.
Erin recogió la tarjeta, me hizo una reverencia y luego salió del café con la cabeza baja y los hombros encorvados.
Había como quinientos mil dólares en esa tarjeta que le di, más que suficiente para que pudiera recibir tratamiento.
Por supuesto, también podría usarlo en otra cosa: ropa bonita, maquillaje elegante o la vida rápida que imaginaba que quería.
Dependía totalmente de ella.
Le acababa de dar una última oportunidad.
Me ocupé de la tienda hasta la tarde,

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