Capítulo 32
La mansión donde vivía Gisela quedaba cerca del Hospital San Aurelio de Madrid. Cada día dedicaba medio día a acompañar a Valeria en el hospital y el resto lo empleaba en preparar su tesis de graduación.
Durante esos días, Gisela comenzó a recibir muchos mensajes y llamadas de números desconocidos: todos eran de Felipe usando teléfonos de otras personas.
[Gise, ¿por qué me bloqueaste?]
[¿Ya lo sabes todo?]
[Perdóname, cariño, me equivoqué. Dame una oportunidad para redimirme, ¿sí? No me ignores].
[Cariño, aunque fingí ser pobre, mis sentimientos por ti eran reales. ¿Puedes darme otra oportunidad?]
[Respóndeme, por favor. Me estoy volviendo loco].
[Te lo suplico, respóndeme].
[Gise, no puedes irte sin más. Por favor, respóndeme. Haré lo que quieras, estoy dispuesto a gastar dinero por ti, estoy dispuesto a casarme contigo, solo respóndeme, ¿sí?]
[Gise, está nevando. Te extraño mucho].
[Gise, ¿dónde estás?]
[Acabo de enterarme de que mi madre fue a verte. No le hagas caso. La mujer que a

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil