Capítulo 68
El frío en el rostro de Óscar fue desapareciendo poco a poco, y su mirada recorrió a Lorena de arriba abajo.
—Me alegra que estés bien.
Ella bajó la cabeza, apretando con fuerza su bolso, claramente seguía asustada.
—¿Qué haces aquí?
—En Empresa Brisa, el abuelo también está muy preocupado. Me pidió que viniera a hablar con Salvador sobre algunos detalles menores. ¿No está en casa?
Lorena recordó lo que acababa de decir Joaquín y asintió.
—Tal vez esté con la señorita Daniela.
—Lorena, no te tomes a pecho lo que dijo mi mamá. Es solo que le agrada demasiado Daniela.
Lorena sacó su celular y echó un vistazo a la hora: —¿Óscar, necesitas algo más?
Óscar levantó la mano y le revolvió el cabello con suavidad: —Voy a llevarte a comer. Ya verás.
Lorena blanqueó los ojos, pero no lo rechazó.
Durante estos años, Óscar siempre la había tratado bien, aparte de Amelia y su abuela, era la única persona que aún se preocupaba por ella.
La llevó a un salón privado, sin imaginar que justo en la mesa c

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