Capítulo 193
No, yo no quería convertirme en alguien así, tampoco deseaba verme envuelta en un triángulo amoroso de ese tipo.
Ya estaba harta.
Decidí arriesgarme y buscar una nueva dirección.
Pero no imaginaba que de pronto surgiría un giro inesperado: Carlos llegó con Carmen y detuvo de inmediato el proyecto de al lado.
—La empresa ya ha dado la orden: aquí las obras se detienen por ahora.
Carmen trajo un documento, se lo mostró al responsable y, tras revisarlo, detuvieron inmediatamente la reforma.
La miré sorprendida. —¿Cómo es que viniste?
Carmen me fulminó con la mirada. —¿Por qué no me contaste que estabas enfrentando un problema tan grande?
Apreté los labios, sin responder.
Carlos, a un lado, me dio una palmada en el hombro. De inmediato lo miré con frialdad. —¿Fuiste tú quien se lo dijo a Carmen?
Se encogió de hombros. —Yo no dije nada; fue ella quien lo notó. Esta mujer lo percibe todo, tiene un olfato tan fino como un perro.
—¿A quién llamas perro? —Carmen lo miró molesta.
Carlos soltó mi

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