Capítulo 829 El castigo de Renata

El corazón de Renata se llenó de tanta culpa que la asfixiaba y ya no podía explicarse. '¡Sí! ¡Sotiria era una p*rra antes de su accidente automovilístico! Solía ​​odiarla tanto que quería estrangularla hasta la muerte'. 'Sin embargo, desde que Sotiria perdió la memoria, me ha estado tratando muy bien. Tengo que admitir que en los últimos cuatro años más o menos, si Sotiria no me hubiera estado apoyando económicamente con el dinero que ahorraba, me hubiera sido imposible mantener una vida normal con los ingresos que tengo, mucho menos cuidar bien de mi padre, comprar un coche y una casa…'. '¡Sotiria ha contribuido mucho a la vida dichosa que tengo ahora! ¡Aunque Sotiria me engañó y lastimó en el pasado, lo que Sotiria ha hecho en los últimos cuatro años fue suficiente para reparar el daño!'. '¡Sin embargo, de verdad le hice algo muy malo!'. En ese momento, nadie vio la extraña mirada que brillaba en los ojos sombríos y fríos de Zachary. ¡Sotiria Green! Toda la información que había podido encontrar mostraba que ella era una mujer despiadada, sin corazón y promiscua. Sin embargo, en realidad había pasado cuatro años viviendo frugalmente solo para ayudar a su amiga. En esta sociedad materialista, innumerables personas engañaban a sus familiares y amigos por dinero, y aquellos que estaban dispuestos a sacrificarse por sus amigos sin contenerse estaban al borde de la extinción. Sin embargo, ¡Sotiria era en realidad una persona muy sentimental! En el pasado, Zachary le había dicho a Sotiria que le gustaba para seducirla y engañarla. En ese momento, Zachary se dio cuenta de que realmente estaba empezando a enamorarse de esta mujer desde el fondo de su corazón. '¡Maldita sea!'. 'Estaría bien si tuviera sentimientos por una mujer con un pasado desagradable, pero si me enamorara de ella…'. '¡¿Me he vuelto loco?!'. “En ese caso, Señor Connor, por favor pídales a los dos hombres que vengan aquí”. La voz de Sotiria sonaba indiferente. Zachary abrió sus delgados labios con indiferencia. “De acuerdo”. Por el contrario, Renata estaba tan sorprendida como si la hubiera sacudido un trueno, su figura alta y esbelta se estremeció visiblemente. “Tiria, no lo entiendo, ¿por qué les pides a esos dos hombres que vengan?”. La indiferencia fue la única emoción encontrada en el delicado rostro de Sotiria. “Ya que admitiste que cometiste un error, quiero que pagues por tu error”. Un sonido agudo resonó en la mente de Renata. “Pero ya te dije que fue Melina quien me instruyó…”. “No te preocupes, sé qué voy a hacer”. Sotiria interrumpió a Renata con una voz fría. La mirada de Sotiria era fría y su voz carecía de emociones. “No me voy a exceder. Más tarde, personalmente te daré el polvo y me iré cuando el efecto del polvo haga efecto. ¡Te encerraré sola en tu casa con los dos hombres y dejaré que te defiendas tú misma!”. “¡No! Tiria, sé lo poderoso que es el polvo. Cualquiera que beba el polvo se volverá lujurioso. Si dos hombres estuvieran a mi lado, seguramente iría por ellos y dejaría que tomaran control sobre mí. Tiria, éramos mejores amigas. No puedes… ¡No puedes ser tan cruel conmigo!”. Renata estaba tan asustada que su cuerpo temblaba incontrolablemente. Al sentir sus manos temblorosas y ver su mirada, que estaba realmente asustada y arrepentida, Sotiria se ablandó de corazón por una fracción de segundo. Sin embargo, su mirada se volvió aún más determinada un segundo después.