Capítulo 17
Nada más entrar en la villa, Salvador arrojó a Sofía al suelo; en sus hermosas cejas y en sus ojos se acumulaba una oscuridad sombría. —¿Te has vuelto loca? ¿Por qué sacaste la grabación?
La parte baja de la espalda de Sofía chocó contra la mesa, y el dolor le atravesó el alma como un cuchillo. Frente a la mirada airada y descompuesta de Salvador, se incorporó lentamente.
—Salvador, ¿has oído alguna vez una frase? —Sonrió con burla; su mirada estaba cargada de sarcasmo—. El amor que llega tarde vale menos que la hierba. No digas que me organizaste una fiesta de cumpleaños; aunque me entregaras el mundo entero, lo único que siento por ti sigue siendo asco.
La mandíbula de Salvador se tensó de golpe. Alzó la mano y le propinó una fuerte cachetada a Sofía. Luego ordenó a los guardaespaldas: —Llévense a la señora Sofía y enciérrenla con llave. Sin mi orden, no la dejen salir.
Sofía no se resistió y permitió que los guardaespaldas la llevaran de vuelta a la habitación, donde la encadenaron

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil