Capítulo 1226 Me conocías de antes

Fang Yuchen bajó las escaleras y se dirigió a la cocina para servirse un vaso de agua cuando escuchó ruidos en la puerta. Se giró para mirar y vio entrar a Gu Nian. “¿Por qué llegas tan tarde?”. Gu Nian pensaba que todos se habían ido a descansar, y dio un salto del susto al oír la voz de Fang Yuchen. Miró y vio que era Fang Yuchen y le saludó amablemente: “Amo Yuchen”. “No seas payaso”. Fang Yuchen se acercó: “Fengyao me dijo que llegarías por la tarde, ¿por qué fue?”. “Fui a ver a una amiga”. “¿Una amiga?”. Fang Yuchen arqueó las cejas: “¿Weiwei?”. Gu Nian se sorprendió mucho: “¿Cómo sabías?”. Los ojos de Fang Yuchen brillaron: “Lo adiviné”. Fue a ver a Weiwei en cuanto llegó a la Capital. Estaba claro que le gustaba de verdad. Fang Yuchen no sabía qué sentía Weiwei. Gu Nian se dio cuenta de su expresión y preguntó: “¿Pasa algo?”. Fang Yuchen se espabiló y sonrió ligeramente: “No, sube a descansar”. Después, se dio la vuelta para dirigirse a la cocina. Gu Nian se retorció las manos, con una mirada vacilante: “Amo Yuchen”. Fang Yuchen se detuvo y se giró: “¿Qué pasa?”. Gu Nian se adelantó: “¿Podría acompañarme a tomar un trago?”. Fang Yuchen se sorprendió ligeramente: “¿Un trago?”. “Sí, ¿te parece?”. Fang Yuchen sonrió: “Por supuesto”. Agarraron una botella de alcohol con dos vasos y subieron al balcón del segundo piso. Fang Yuchen colocó el alcohol sobre la mesa y tomó asiento. “¿Pasó algo?”. Gu Nian no se apresuró a responder, sino que abrió la botella y vertió el alcohol en los vasos y le entregó a Fang Yuchen uno de ellos. “Bebe”. Bebiendo el vaso, Fang Yuchen lo miró, con una imperceptible sonrisa en su rostro. ¿Intentaba evadir sus problemas? Gu Nian se sentó en la silla de enfrente, y tomó un sorbo de su vaso antes de decir lentamente: “Amo Yuchen, ¿alguna vez le ha gustado alguien?”. Fang Yuchen miró el alcohol de su vaso: “Sí”. “A mí también”. Gu Nian se rio suavemente y tomó otro sorbo: “Hoy le confesé”. Cuando Fang Yuchen escuchó esto, giró la cabeza para mirarla y preguntó con incredulidad: “¿Le dijiste?”. “¿Por qué te sorprendes?”. Gu Nian estaba muy desconcertado. Fang Yuchen se dió cuenta de lo exagerado que fue su reacción. Se rio suavemente: “No, es que no pensé que te moverías tan rápido”. “¿Fue muy rápido?”. Gu Nian frunció ligeramente el ceño: “Puede ser que me apresuré un poco”. Cuando recordaba que Liang Xinwei lo había rechazado, se sintió molesto a su pesar. Levantó la cabeza y vació su vaso de un tirón. Al ver esto, Fang Yuchen le aconsejó: “No bebas tan rápido, te vas a emborrachar”. Fang Yuchen se rio amargamente: “Estar borracho suena bien, me ayudará a olvidar mis problemas”. Algo parecía estar muy mal con él. Fang Yuchen murmuró por un momento antes de preguntar de forma indagatoria: “¿No te fue bien?”. Gu Nian se detuvo en el acto de servirse por un momento antes de volver a la normalidad. Sonrió y dijo con autodesprecio: “No le gusto, así que no tuve éxito”. Aunque Fang Yuchen había adivinado el resultado, escucharlo por sí mismo le produjo una sensación diferente. En realidad... se sentía aliviado. Fang Yuchen brindó con él y le aseguró: “No te deprimas. Aunque no le gustes, alguien lo hará”. “¿Qué sentido tiene eso si solo me gusta ella?”. Gu Nian vació su vaso de un tirón una vez más, y dijo con expresión decidida: “No me rendiré”. La sonrisa de Fang Yuchen se congeló inmediatamente, pero se recuperó rápidamente. Se rio secamente: “De verdad estás enamorado”. “No es eso, es que ella me da una muy buena sensación. No quiero rendirme así de fácil”. Gu Nian se dirigió a él: “Amo Yuchen, ¿se rendiría si su confesión no tuviera éxito?”. Fang Yuchen se quedó atónito: “Yo...”. “Creo que definitivamente no lo harás”. Gu Nian respondió por él. Fang Yuchen respiró profundamente: “La verdad es que no es que no me vaya a rendir, es que... depende de la persona”. Hizo una pausa antes de continuar: “Si la otra persona realmente no me quiere, yo no insistiría y, en cambio, le desearía lo mejor”. Después de eso, miró al cielo nocturno negro y sonrió: “Su felicidad es mucho más importante que la mía”. Gu Nian quedó sorprendido por sus palabras, y miró con sorpresa a Fang Yuchen. Para Gu Nian, no quería renunciar fácilmente a sus sentimientos. Aunque no le gustara a la otra parte, encontraría la manera de hacer que ella gustara de él. Sin embargo, dudó tras escuchar las palabras de Fang Yuchen. Quizá tenía razón, y nada era más importante que la felicidad de Weiwei. “Sin embargo, si quieres insistir, yo también te apoyaré”. Fang Yuchen se volvió para mirarlo. Gu Nian bajó la mirada y se rio suavemente: “Sinceramente, puedo ver muy claramente que no le gusto, y que nunca le gustaré. Aunque persevere, los resultados serán igual”. Fang Yuchen arqueó las cejas: “¿Estás pensando en rendirte?”. “Vamos a ver”. Gu Nian dio un sorbo a su vaso y miró al cielo nocturno. “No quiero que me odie”. Su tono de voz sonaba un poco decepcionado y frustrado. Fang Yuchen no pudo evitar sentir un poco de pena por él. Al principio estaba lleno de confianza y decidido a no rendirse, pero su único consejo le había hecho dudar. “No lo pienses demasiado. Lo que será, será”. Fang Yuchen tocó su vaso contra el de Gu Nian y se lo bebió de un tirón. Gu Nian se rio: “Tienes razón, lo que será será”. Los dos bebieron alegremente hasta altas horas de la madrugada antes de irse a la cama. ... En la primera noche de Jiang Sese en la residencia de Shangguan, se acostó en la cama, sin poder dormir. Solo podía levantarse y arrastrarse hasta el patio trasero para sentarse en un banco. Ya era tarde y todo estaba en silencio. Solo unas cuantas farolas emitían un tenue resplandor, que aumentaba el aire misterioso del patio trasero. Se volvió para mirar el segundo piso de la villa, con sus ojos llenos de emoción. Fengchen debe estar profundamente dormido ahora mismo. Echaba mucho de menos su abrazo. Cerrando los ojos, le pareció que podía oler el aroma único y limpio de él. Frunciendo el ceño, olfateó. Algo no estaba bien, ¿por qué sentía que podía olerlo? Además, se encontraba entre el tenue olor de la medicina. Abrió los ojos para encontrarse con un par de ojos que le sonreían. Estaba tan sorprendida que casi grita. Sin embargo, él consiguió taparle la boca a tiempo y le susurró al oído: “No sería bueno que Yuanyuan se despierte”. Jiang Sese apartó la mano y preguntó con impaciencia: “¿Por qué estás aquí?”. No era otro que Jin Fengchen. Se rascó la cabeza y sonrió tímidamente: “No puedo dormir”. Jiang Sese frunció el ceño: “¿Insomnio?”. “Puede ser, en cuanto cierro los ojos mi cerebro es un desastre. No puedo dormir en absoluto”. Jin Fengchen se apoyó contra el respaldo del banco y miró al cielo mientras suspiraba con fuerza. “Antes dormía muy bien, no sé qué ha pasado”. “¿Cuándo has dormido bien?”. Jiang Sese olvidó su identidad como Shu Yun y habló sin querer. Jin Fengchen se volvió para mirarla con suspicacia: “¿Me conocías de antes?”.