Capítulo 162
Ella luchaba desesperada por pasar la página frente a ella.
David, sin embargo, le volvió a echar un vistazo con un ¡fshhh!, y dijo con un tono de voz tranquilo: —Lamento haberte besado sin que no me dieras permiso de hacerlo.
—¡...!
A Viviana se le fue el aire enseguida y terminó atragantándose, tosiendo casi hasta ahogarse.
¿Por qué volvía a mencionar ese asunto?
David le sirvió un vaso de agua y se lo ofreció.
Viviana lo tomó y bebió más de la mitad de un solo sorbo antes de poder recuperar el aliento.—Ese asunto... mejor hagamos como si nunca hubiera pasado, ¿sí?
—Debo hacerme responsable de mis actos.
—¿...?
Viviana reaccionó de inmediato, agitando las manos con nerviosismo.—No hace falta, no hace falta, no hace falta.
Lo repitió tres veces seguidas, con una expresión como si hubiera visto un fantasma.
Los ojos de David se ensombrecieron al instante, como una estrella que caía del firmamento. Después de un profundo y angustiante silencio, sonrió. —Y eso que decías ser valiente...

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil