Capítulo 168
Enrique caminaba un poco más despacio, sonriendo entretenido mientras les decía a Viviana y a Rosa: —Preparé empanadas. ¿Quieren subir a comer, señoritas Viviana y Rosa? El relleno tiene pollo, carne de res y carne de cerdo. El caldo está hecho con costillas, chiles y calabacitas un mole de olla exquisito. Está para chuparse los dedos.
Viviana y Rosa, al oír las primeras frases, pensaron de inmediato en rechazar la invitación: ya era tarde y no planeaban comer.
Empanadas, ¿no?
Tenían algo importante que conversar.
Pero al escuchar el resto... ¡semejantes empanadas definitivamente había que probarlas!
Viviana dijo: —Uyy…, tengo bastante hambre.
Rosa añadió: —Comamos algunas. Hace tiempo que no pruebo unas empanadas, ya las estaba extrañando.
—Hice muchas, así que coman todo lo que quieran.
Enrique sonreía como un padre cariñoso; le encantaban los jóvenes con buen apetito.
David les echó una mirada significativa.
Esa mirada... como si estuviera viendo a dos glotonas empedernidas.
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