Capítulo 230
Tres mujeres estaban sentadas en la parte trasera.
Raquel le dio a Teodoro la dirección de la casa de su tío, en un pequeño pueblo llamado Villaverde.
El GPS indicaba un tiempo de viaje aproximado de una hora y veintitrés minutos.
Teodoro murmuró: —No debería llevar tanto tiempo para esa distancia.
Viviana, sintiéndose un poco mal del estómago al oír eso, le pidió: —Teo, conduce más despacio, ¡no corras!
Teodoro le respondió: —Vivianita, la última vez querías ir rápido, ahora lento, definitivamente cambias mucho de opinión.
Viviana replicó: —...¡Si vas demasiado rápido, nos afectará a todos!
En ese momento, Rosa intervino: —Oh, no, no, está bien, me encanta la velocidad extrema, el ir despacio me irrita.
Viviana y Teodoro dijeron al mismo tiempo: —...Espero que estés hablando de conducir.
Rosa parpadeó con inocencia: —Sí, sí, de eso estoy hablando.
Bajo la ‘fuerte insistencia’ de Viviana, Teodoro condujo con suavidad esta vez.
En el camino.
Viviana envió un breve mensaje a Dolores.
Le

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