Capítulo 24 Resultando en la muerte

—Oh, ¿decidiste volver?— Tadeo comenzó a burlarse de mí tan pronto como me vio. —Pensé que tú y Fabián estarían juntos un rato más. —¡Cómo le hablas así a Sera! Mi padre lo miró con una advertencia y él se contuvo, pero respondió con resentimiento. —Papá, es porque ustedes siempre la consienten demasiado, por eso ella ahora se atreve a ser tan arrogante. No me importa que ella disminuya su valor al encontrarse con Fabián a altas horas de la noche. —Pero ¿y el asunto de envenenar a Almi? ¿Vamos a dejar eso pasar también? Tadeo se fue calentando más y más hasta que se levantó furioso de golpe: —Serafina es su hija, ¿acaso Almi no lo es? ¿Tienen que esperar a que alguien muera para darse cuenta en ese momento de la gravedad de la situación? Mi madre tomó a Tadeo del brazo para que se sentara, diciéndole que no se exaltara tanto, luego intercambió una mirada con mi padre, y ambos suspiraron al mismo tiempo. Yo sabía entonces que ellos le creían. Mucho antes de mi renacimiento, Almira ya h